Anne Shirley siempre ha soñado con ser escritora y, aunque nadie lo sepa, lo es: online, la conocen como Lady Cordelia y sus fanfics sobre El caballero del espejo, una serie de televisión sobre leyendas artúricas, son de los más aclamados por el fandom. Solo Diana, su mejor amiga, artista y colaboradora, conoce su secreto.
Al menos hasta que aparece Blythe, un nuevo autor de fanfiction que no tarda en superar el récord de lecturas de Anne y que, para colmo, no tiene ningún reparo en mostrar su verdadera identidad. Gilbert Blythe es tan encantador como irritante, y desafiará a Anne a enfrentarse a sus inseguridades y a sus sentimientos, tanto por él como por su amiga Diana.
Las lecturas convencionales de la Antigüedad enfrentan a Atenas con Jerusalén, donde Atenas representa la «razón» y Jerusalén la «fe». Sin embargo, como nos recuerda Susan Buck-Morss, los estudios más recientes han eliminado esta separación. Nombrar el primer siglo como un punto cero –«año uno»– que divide el tiempo en antes y después es igualmente arbitrario, nada más que una conveniencia que carece de sentido empírico. En Año 1, Buck-Morss libera el primer siglo para que pueda hablarnos de otra manera, reclamándolo como terreno común y no como origen de diferencias profundamente arraigadas.
Buck-Morss se propone derribar varias premisas conceptuales que han dado forma a la modernidad como episteme y nos han conducido a algunos impases posmodernos poco útiles. Se acerca al siglo I a través de los escritos de tres pensadores a menudo marginados en el discurso actual: Flavio Josefo, historiador de la Guerra de Judea; el filósofo neoplatónico Filón de Alejandría; y Juan de Patmos, autor del Apocalipsis, el último libro de la Biblia cristiana. También aparecen Antígona y John Coltrane, Platón y Bulwer-Lytton, al-Farabi y Jean Anouilh, Nicolás de Cusa y Zora Neale Hurston, por no hablar de Descartes, Kant, Hegel, Kristeva y Derrida.
Todos los pueblos y culturas tienen un calendario propio.
La necesidad de ir al ritmo de las estaciones es más que natural, y su paso alberga muchísima magia.
Samhain, Yule, Ostara... son los nombres de algunas de las festividades que marcan los tiempos de las brujas y que muchas practicantes siguen celebrando hoy en día.
Este libro y sus delicadas ilustraciones te invitan a conectar con los ritmos naturales de las estaciones y a aprender las tradiciones paganas que han sido vitales para los humanos durante tantos siglos.