El género criminal vive todavía una paradójica dualidad en la que experimenta un gran éxito de público y recibe más atención por parte de la academia, a la vez que perduran las voces autorizadas que insisten en categorizarlo como un género inferior. Ante las visiones sesgadas que pretenden minusvalorar este tipo de obras, se hace imprescindible contar con acercamientos rigurosos que puedan evaluarlas y reivindicar aquellos aspectos artísticos que caracterizan un género multidisciplinar. Ese es el propósito de este libro, que pretende contribuir al estudio y mejor conocimiento del género criminal. Este volumen nace del compromiso de la Cátedra Cultural Antonio Lozano de Género Criminal de la Universidad de La Laguna para investigar y difundir estas obras narrativas. Por ello, se presentan trece trabajos que tratan de analizar la complejidad del género criminal a través de distintas disciplinas y su representación en la literatura, el teatro, el cine y las series de televisión.
Cuando los Supergenios tienen una pregunta, ¡no paran hasta encontrar la respuesta!
Alejo, Mar, Teo y Bruna son unos niños muy curiosos... y ser tan curioso a veces puede meterte en un buen lío.
Esta vez se han empeñadoen aprender cosas sobre el cuerpo humano, y, para conseguirlo, ¡viajarán al interior de un cuerpo de verdad!
*¿Sabías que al respirar producimos un gas que se llama CO2?
*¿Te has preguntado alguna vez por qué los pies y las axilas huelen mal?
*¿A qué no sabías que el intestino delgado puede medir hasta siete metros?
*¿Sabes por qué los bebes no saben hablar y los niños sí?
¡Todos estos datos y muchos más te están esperando!
Esta obra tiene como finalidad tocar la sensibilidad de la sociedad sobre los aspectos vitales que afectan su desarrollo y se traducen en males sociales, para poder alcanzar ese Estado social, democrático y de derecho, y consolidar la democracia sobre el fundamento de una educación de calidad. Haciendo énfasis en los aspectos esenciales de la vida de la nación, sobre los cuales otros Estados, como son Inglaterra, Francia, Alemania, Estados Unidos y Cuba, han transformado su sistema educativo que promueve los valores universales como la equidad, la igualdad y la educación integral, para la convivencia pacífica en un mundo convulsionado.
«Me gusta el deporte amateur porque socializa, moraliza, produce una relación humana y hace surgir una epopeya». Con la benevolencia que le caracteriza, Boris Cyrulnik nos habla de la condición humana a través del prisma del deporte. Como gran fenómeno social del siglo XX, considera que la actividad deportiva es un magnífico campo de reconstrucción en el que la resiliencia, concepto que el neuropsiquiatra francés ha popularizado, encuentra una aplicación ejemplar.
Su enfoque antropológico lo lleva a formular la hipótesis de que las convenciones de los juegos nacieron con el advenimiento de la conciencia del otro por parte del niño y del placer que le produciría medirse con él. Esta forma de «protodeporte» del Homo ludens estaría en la raíz de nuestra evolución desde los albores de la humanidad.
La división, la crispación y la polarización han dado un vuelco al escenario político internacional. El murmullo de descontento que comenzó en los años noventa ha llevado a ciertos sectores de la sociedad a manifestar una clara animadversión hacia el proyecto globalizador de las élites. Gobernantes y ciudadanía parecen preferir el libre mercado en lugar de una democracia saludable. Conceptos como «libertad» o «civismo» han dejado de generar consenso y se han convertido más que nunca en armas arrojadizas entre adversarios electorales. Mientras, aumentan las desigualdades sociales, la injusticia racial y el hiperpartidismo, y las fronteras nacionales pierden su relevancia económica e identitaria.
En esta nueva edición de El descontento democrático, publicado por primera vez en 1996 y actualizado a los nuevos tiempos, Michael J. Sandel explora de un modo certero e iluminador las causas de la profunda decepción que se ha apoderado de la vida pública en las democracias occidentales. A través del caso de Estados Unidos, nos proporciona herramientas para comprender cómo en tiempos de guerras culturales, donde cada vez es más difícil que surjan movimientos reformistas de amplia base social, nuestra tradición cívica puede ayudarnos a imaginar una alternativa al sistema neoliberal y tecnocrático en que estamos instalados, donde la identidad y los ideales comunes están cada vez más devaluados.