¿Has tenido la sensación de torpeza al hacer por primera vez una tarea y, tras seguir practicando, has ido adquiriendo más soltura hasta que llegas a sentir que la dominas? ¿A que sí? Pues con la maternidad pasa algo parecido. Las madres tenemos que darnos tiempo a crear nuevos hábitos y no torturarnos si no lo dominamos todo desde el principio. Es necesario aprender a manejar las expectativas y evitar que nos jueguen malas pasadas. Hay que soltar un poco el control y permitirnos flexibilidad de reacción.
Además, ¿cuántas de vosotras antes de dar a luz pensabais en vuestra transformación física y ni se os pasó por la cabeza que fueseis a cambiar mentalmente? Sí, amigas, no solo el cerebro del bebé va cambiando, también el de quien lo cuida. Es por eso por lo que cada vez hay más estudios sobre el cerebro de la madre humana, un interesante campo en actual desarrollo.
Esta biografía magistral desnuda las capas del mito para revelar la figura histórica real.
El Cid fue quizá el guerrero más famoso de las luchas que tuvieron lugar en la Península Ibérica durante el siglo XI. Rodrigo Díaz vivió una vida muy agitada: líder militar ambicioso, exiliado y mercenario brutal, sirvió a reyes cristianos, luchó contra príncipes cristianos al servicio de gobernantes musulmanes, asaltó y mató musulmanes y, finalmente, se independizó, forjando un principado independiente. Nora Berend explora en este libro la creación de la leyenda a lo largo de los siglos y desvela quiénes participaron activamente en su elaboración. Monjes medievales, las mujeres de la familia del Cid, un dramaturgo y un historiador son algunos de los creadores del mítico Cid. Esta fascinante narración trata de explicar sus motivos y, al hacerlo, desvela las capas de la leyenda para evocar la figura histórica real ¿Cómo un hombre que luchaba indiscriminadamente contra musulmanes y cristianos pudo ser descrito, aún en vida, como un salvador cristiano enviado por Dios?
Un vecino llama a la policía para advertir de que hay un joven sentado junto a la piscina de la víctima, que está llena de muñecas flotantes. El joven, Hugo, drogadicto, resulta ser el único hijo de Marianne, el gran amor de Servaz y a la que este no ve desde hace más de veinte años. Hugo parece el único sospechoso del terrible crimen pero una vez que Servaz se pone a investigar, descubre algo mucho peor: Julian Hirtmann, el perverso asesino en serie de Bajo el hielo, podría estar detrás del crimen.