Quiero dejar este libro como una experiencia de mi paso por la vida, la más bonita razón que puede haber en una persona que ama con pasión lo que hace: ejercer su profesión de médico; pero sobre todo, para que quede como un testimonio del valor que tiene la oración y la fe, y de cómo trabajar sin descanso rinde sus frutos, aunque se tenga que esperar sin llegar a la desesperación y solamente creer en una palabra: Fe. La fe lo mueve todo, hasta lo imposible se vuelve posible si se hace con fe y esperanza, ya lo dice el refrán: “Lo último que se debe perder es la esperanza”, y a esto le agrego yo: ¿sabes lo es que la fe? "La fe es la certeza de lo que se espera y la convicción de lo que no se ve”, pero “sin fe es imposible agradar a Dios”. (Hebreos 11:1-6).
Pasé de que me hicieran una cirugía que se consideraba de rutina, pero a la vez compleja: una cirugía del corazón, a otra que no se considera de rutina, como lo es hacer una cirugía del cerebro, a estar en coma, sin poder comunicarme, sin poder escribir; a pasar por una recuperación que los médicos estaban muy sorprendidos por lo pronto que se produjo, a darme de alta. Todo esto sucedió durante el mismo ingreso.
En carne propia tuve la bendición de vivir la peor experiencia de mi vida a mis 48 años, pero a la vez la mejor experientia, la que me definiría por el resto de mi vida.
Lo que aquí plasmo es para que el esfuerzo que realicé y sigo realizando le sirva de motivación a otros que, al igual ya, hayan pasado o estén pasando por la misma situación. Cuando piensan que todo está perdido y se propongan claudicar, no lo hagan, pues. la victoria está más cerca de lo que imaginan. Esto pretende ser un fiel suceso de lo de que me pasó, y de cómo me sigue afectando al pasar de los años; aquí se lo dejo para su acervo y disfrute.