Desde el debut de Leonard Cohen, cuando su miedo escenico le impedía terminar "Suzanne", hasta la icónica caída del abrigo de visón de ArethaFranklin en el Kennedy Center mientras Barack y Michelle Obama aplaudían efusivamente. En Sostener la nota, el legendario director de la revista The New Yorker, David Remnick, reúne sus escritos sobre algunos de los músicos, compositores e interpretes más famosos del mundo con vocación de entender cómo han pervivido en el tempo y en el tiempo las mayores y más populares voces del último siglo en Estados Unidos.
Ganador de un premio Pulitzer por La tumba de Lenin, Remnick toma como hilo conductor las fulgurantes y longevas carreras de los mayores iconos musicales del planeta (Patti Smith, Mavis Staples, Paul McCartney, Bruce Springsteen, Buddy Guy…) para entregar una reflexión magistral sobre el exito, el fracaso, el estrellato, el relevo generacional y el ocaso profesional. Este bestseller, que recoge con gracia
Los terribles asesinatos en serie del conocido como Asesino Otaku, el impactante crimen de Nevada-Tan —que con solo once años degolló a su compañera de clase— o los atentados de cultos homicidas como el orquestado en el metro de Tokio por Shōkō Asahara sobrecogieron a la sociedad japonesa por su insólita crueldad y su descorazonadora inmoralidad.
A través de una investigación rigurosa y detallada, este libro presenta los factores biológico-psicológicos, personales y sociales que llevaron a la comisión de estos crímenes, reconstruye los hechos a partir de fuentes autorizadas y analiza las consecuencias penales y sociales de los delitos huyendo del sensacionalismo y reclamando respeto por las víctimas y sus familiares.
Pese a ser aclamado como uno de los mejores guitarristas de su época y de la historia, George Harrison luchó contra sentimientos de inferioridad, especialmente en sus primeras décadas. A menudo era el blanco de las bromas de sus compañeros de banda debido a su origen de clase baja y, por lo general, no se le permitía contribuir más que con una o dos canciones por álbum de las decenas que escribía.
Ahora, el aclamado biógrafo de los Beatles, Philip Norman, examina a Harrison a través de la lente de sus numerosas contradicciones. Comparado con las enormes luminarias compositoras Lennon y McCartney, se le consideraba un talento menor; sin embargo, compuso obras maestras como «While My Guitar Gently Weeps» o «Here Comes the Sun», y su triple álbum de debut en solitario All Things Must Pass consiguió un inmenso éxito, apareciendo en muchas listas de los 100 mejores álbumes de rock de todos los tiempos. Los críticos de música moderna lo sitúan en el panteón de los dioses de la guitarra de los años sesenta, junto a Eric Clapton, Jimi Hendrix, Keith Richards y Jimmy Page.
Los ensayos publicados por Herbert Marcuse en Nueva York en la revista del Instituto de Investigación Social entre 1934 y 1941 poseen una indiscutible relevancia teórica y política. En ellos se ocupa de temas decisivos de la época (el liberalismo político y económico, la tradición filosófica, la cultura burguesa, la exigencia individual de felicidad o la tecnología contemporánea) a la luz de la catástrofe representada por el triunfo del nacionalsocialismo.
Pero, más allá de su valor histórico-filosófico, estos textos resultan relevantes también para analizar críticamente nuestra situación actual: el nuevo ascenso de la extrema derecha sobre las ruinas del neoliberalismo, la devaluación de la filosofía a mera distracción y medio de autoayuda, la reducción de la cultura a un juego irrelevante de apariencias, la colonización de las necesidades más íntimas por la búsqueda del beneficio económico o el cierre opresivo del universo tecnológico en aras de la eficiencia.
Las víctimas del franquismo iniciaron hace décadas un camino para plasmar en términos políticos y jurídicos sus demandas de verdad, justicia y reparación. Un objetivo amenazado por el silencio y el olvido institucional que presidió la transición a la democracia y por el revisionismo histórico de quienes se empeñan en clausurar toda rendición de cuentas con el pasado. Este libro analiza los resultados en términos políticos, sociales y legales que se han alcanzado a lo largo de este camino, en el que el desgarrador lamento de Antígona contra Creonte se ve iluminado por el propio viaje existencial e intelectual de Walter Benjamin.
Apartada del mundo exterior, en la celda donde cumple condena por la difusión de «simbología extremista», Daria Serenko comienza a escribir este libro dos semanas antes del 24 de febrero de 2022, fecha oficial del inicio de la invasión rusa de Ucrania. Aislada, apenas adivina la guerra inminente por el clima que se respira y por fragmentos de conversaciones interceptados a los funcionarios. Queda en libertad un día antes del comienzo de los ataques y abandonará Rusia pocos días después. «Deseo cenizas para mi casa». Un título brutal, atronador, un golpe de furia y fiereza para un texto que comienza con la cotidianeidad en un centro de detención y que enseguida alza el vuelo y se transforma en un portentoso libro sobre la guerra y la resistencia; sobre la escritura y el ego; sobre el paso de ser una activista feminista a una antimilitarista; sobre la instrumentalización de la muerte; sobre el exilio y la identidad; sobre la lengua; sobre la necesidad de descolonizar la mente y los valores; sobre la educación heredada generación tras generación y las consecuencias del carácter colonizador y opresor de Rusia; sobre la importancia de matar al padre y, por extensión, a la patria y al Estado, a lo que siempre consideraste tu hogar; sobre la culpa, la vergüenza y la responsabilidad política y social. Testimonios, cuentos, entrevistas imaginarias, sátiras hiperbólicas, listas y poemas... Todos los géneros y registros de voz se entrelazan en un caleidoscopio breve pero abrumador para componer una condena contundente y, a la vez, poética de la política represora de Putin y de los devastadores efectos de la guerra.