Tras una muerte que podría calificarse de libresca, atropellada mientras hojeaba un volumen de Emily Dickinson, una profesora de la Universidad de Cambridge es la destinataria póstuma de un ejemplar de La línea de sombra, de Joseph Conrad. El insólito libro está cubierto de cemento y va a parar a las manos del compañero argentino de departamento que ha asumido las clases de la desdichada Bluma Lennon. Intrigado por el extraño paquete, que proviene de Uruguay, el narrador inicia una pesquisa que lo llevará de vuelta a su continente para ir descubriendo poco a poco qué relaciones azarosas unen la muerte de su colega, el ejemplar encementado y la estela de un misterioso coleccionista de libros consumido por su pasión.
Recuperamos esta nouvelle letraherida y encantadora –publicada por primera vez, con inmenso éxito, hace más de veinte años y traducida desde entonces a más de veinte lenguas– que atrapará a toda alma bibliófila que se precie.
Tôru Sakanishi es un arquitecto recién graduado que se acaba de incorporar a Murai, un prestigioso pero pequeño estudio de arquitectura fundado por Shunsuke Murai, discípulo de Frank Lloyd Wright. Sakanishi se siente profundamente cautivado por la sensibilidad artística y el cuidado que el estudio Murai demuestra en cada uno de sus proyectos. Cuando el caluroso verano llega a Tokio, el estudio se traslada a la casa de verano que Murai tiene en un pequeño pueblo situado en las faldas del monte Asama. Allí, el pequeño equipo de arquitectos, incluidas las dos mujeres por las que Sakanishi se siente torpemente atraído, trabajará en el concurso para el proyecto de la nueva Biblioteca Nacional de Literatura Contemporánea en Tokio.
Ganadora del prestigioso premio Yomiuri y de gran éxito en su país, La casa de verano es una novela originalísima que explora como pocas el fascinante mundo de la arquitectura y el Japón contemporáneo con su oscilación constante entre modernidad y tradición.
Elmer y Rose han creado una familia perfecta entre los enormes cactus de un remoto paisaje desértico, un hogar lleno de amor para sus cinco hijas, todas con nombres de flor: Edelweiss, Iris, Melissa, Dahlia y Daisy.
Pero la inesperada llegada de Rick, un excursionista en busca de refugio, revoluciona a las hermanas. Y cuando Elmer y Rose descubren que el muchacho no es quien dice ser, el enfrentamiento que librarán -una lucha entre la verdad y la mentira, la justicia y el crimen- destapará terribles secretos que cambiarán para siempre la vida de todos ellos.