Estofado y el lobo han decidido irse de acampada. ¡Qué divertido! Tras armar la tienda, disfrutan de la piscina. Pero ¿qué pasará cuando venga la tormenta? ¡Todo tendrá un final feliz!
La expansión del cristianismo en el Imperio romano sigue siendo una incógnita para los estudiosos. ¿Cómo pudo un grupo mistérico del Mediterráneo oriental desarrollarse hasta sustituir a los reconocidos y bien financiados cultos que contaban con el respaldo del Imperio y de la aristocracia? ¿Y cómo llegó a convertirse en el siglo V en la religión oficial?
La lógica de las respuestas tradicionales destaca la altura de la doctrina propuesta por los cristianos, su apasionado celo, el eficaz proselitismo y hasta la sobriedad de su propuesta moral.
A lo largo de esta obra se propone una lógica alternativa, cuyo punto de partida es la práctica de la paciencia, virtud que ha de configurar a quienes solicitan hacerse cristianos. A ello se suma el esfuerzo por cambiar el propio estilo de vida (habitus), que exige apartarse de los usos y costumbres de la sociedad. Por último, la obligatoriedad de la catequesis y del culto como medios que atestiguan la acción invisible de Dios en la historia y ayudan a perseverar pacientemente en la opción cristiana.
La Dinastía Tang gobernó China entre los años 618 y 907. Fue una época de estabilidad política, prosperidad económica y esplendor de la cultura autóctona, apoyada en influencias foráneas. Hubo un fuerte desarrollo institucional, con iniciativas en pensamiento y religión, y creatividad en todas las artes. Fue también una época de eclecticismo y cosmopolitismo; nunca antes China estuvo tan abierta al contacto exterior.
Y en más de tres mil años de poesía en lengua china, ésta es la edad de oro. Cincuenta mil poemas han llegado hasta nosotros, con abundancia de géneros y modelos poéticos. Todos los funcionarios eran poetas dedicados al servicio del estado y, en algún caso, pagaron con el destierro o la muerte su apego incondicional a la justicia. Otros poetas eran ermitaños —taoístas o budistas— amigos de la soledad y la reflexión serena. En muchos casos, fueron funcionarios y anacoretas en momentos diferentes de sus vidas.