La niña Nada abre los ojos en la cama de un sanatorio al que no sabe cómo ha llegado. Los recuerdos, las pesadillas y los ensueños provocados por los fármacos la trasladan a un tiempo anterior, cuando sus padres se la llevaron, junto con sus cuatro hermanos, a vivir a un bosque de secuoyas perdido en algún lugar entre las Alpujarras granadinas y Sierra Nevada. Allí, poco a poco, la violencia y la locura se apoderan de toda su familia, en especial de su padre, al que apodan el Capitán, un hombre atormentado y paranoico por el que Nada siente una extraña fascinación. Asediada por una presencia inquietante que habita en el corazón del bosque, la niña aprende a crecer en mitad de una naturaleza tan viva como hostil, tan extraña como peligrosa.
La trilogía que integran MI FAMILIA Y OTROS ANIMALES, BICHOS Y DEMÁS PARIENTES y EL JARDÍN DE LOS DIOSES, también conocida como «Trilogía de Corfú», es un canto tan desbordante como regocijante a la alegría de vivir, a la naturaleza y a la luz del Mediterráneo, y al gozo de una adolescencia libre y plena. La isla griega, un paraíso en medio de los crispados años que precedieron a la Segunda Guerra Mundial, alberga a una singular galería de personajes, como el cáustico Larry (Lawrence Durrell, el futuro autor del «Cuarteto de Alejandría») y sus estrafalarias amistades, mamá Durrell y su inagotable sentido común, o Spiro, el corfuano angloparlante, junto con toda una serie de animales retratados como sólo puede hacerlo quien a lo largo de toda una vida los ha considerado con inteligencia y ternura.
Leves amores Katherine Mansfield Mansfield, una de las voces más importantes del modernismo literario, ya había escrito más de ochenta piezas de ficción cuando tenía apenas 23 años, lo que muestra su gran productividad desde muy temprana edad. Esta edición presenta una selección de relatos (algunos de los cuales nunca habían sido traducidos al castellano, e incluso en inglés son poco conocidos) que la autora escribió cuando era todavía una niña, así como varios que quedaron inconclusos debido a su muerte prematura a los 34 años. Muchos de ellos contienen elementos autobiográficos en clave y todos llevan el sello inconfundible que la hizo célebre. Además, se dan a conocer por vez primera en español aspectos curiosos y poco conocidos de su obra, como unos aforismos que se apartan de su estilo habitual, un cuento que estuvo oculto hasta 1988 y una serie de microrrelatos que sorprenden por su vanguardismo y que revelan la capacidad de Mansfield para experimentar con nuevas formas narrativas confirmándola como una de las autoras más originales y modernas de su época.
Publicado en 1929, este ensayo revolucionario es un manifiesto literario y feminista que combina crítica, ironía y una prosa envolvente. Virginia Woolf traza la historia silenciada de las mujeres en la literatura y señala con precisión las estructuras que han limitado su libertad intelectual. Con su inconfundible estilo, nos invita a cuestionar los relatos dominantes y a imaginar un futuro en el que las escritoras puedan desarrollar su talento sin restricciones.
Risa oscura es una pequeña Odisea moderna. Las llanuras del Medio Oeste, los grandes ríos, constituyen el telón de fondo de las peripecias del protagonista, John Stockton, un hombre huido de las convenciones sociales y en busca de un nuevo yo. En un mundo suspendido entre lo real y lo posible, entre el presente y la infancia, entre la biografía y la historia, se agita una constelación de personajes no resueltos, de figuras simbólicas.
Sherwood Anderson es incuestionablemente unos de los tres o cuatro titanes de las letras norteamericanas.
Risa oscura es la novela de la América del Medio Oeste, el valle del río Ohio, el Mississippi, Nueva Orleans y de la nueva libertad sexual de los años veinte. La tensión expresiva del lenguaje, la necesidad de una mayor adhesión a la vida, la urgencia de amar, de resolver el mito de la infancia y de dar por fin sentido a la propia existencia, son algunos de los temas que recorren una novela de gran intensidad, escrita en un lenguaje moderno, directo y esencial.
La vida de Doug Peacock ha estado marcada por los tres años que pasó combatiendo en Vietnam y viendo demasiados daños colaterales, «esa expresión cobarde con la que los gobiernos aluden a los cuerpos inocentes desmembrados que resultan de la mayoría de ataques aéreos», nos aclara el autor. A su regreso a Estados Unidos, Peacock decidió afrontar su diagnóstico de estrés postraumático poniendo toda su rabia y su experiencia de combate al servicio de la defensa de la naturaleza. Así llegó a ser el que hoy es y cuyo relato vital se cuenta en este libro: un ecologista radical, subversivo e íntimamente convencido de que lo salvaje es lo único que queda en este mundo que merece la pena salvar. De este modo, Peacock nos relata con pluma y tempo magistral sus aventuras y desventuras (algunas legales, otras muchas ilegales, basadas en el asalto y el sabotaje), que tienen lugar en los territorios que habitan algunos de los seres más fascinantes de este planeta: osos de todas las latitudes y colores, así como lobos, búfalos, jaguares, tigres siberianos, ballenas boreales, aves de las Galápagos... por no hablar de narcotraficantes un pelín desequilibrados, rancheros mafiosos o latifundistas despiadados.