But when his hard-boiled goose eggs turn out to be real, live goslings, he starts to lose his appetite. And even worse, the goslings are convinced he’s their mother. Bruce tries to get the geese to go south, but he can’t seem to rid himself of his new companions. What’s a bear to do?
En verano de 1812, Napoleón, en el apogeo de su dominio de Europa, marchó hacia Rusia con el mayor ejército de la historia y la convicción de que la expansión de su imperio era imparable. Sin embargo, apenas dos años después sus ejércitos fueron derrotados y Rusia salió victoriosa. Gracias a un profundo conocimiento de la singular realidad social, política y económica en tiempos del zar Alejandro I, este ensayo muestra por primera vez el papel crucial que desempeñó Rusia en las guerras napoleónicas. Dominic Lieven despliega ante los ojos del lector un auténtico fresco en el que tanto el emperador y los oficiales de su Estado Mayor como los soldados cobran vida. El fascinante relato pormenorizado de los acontecimientos que marcaron primero la estratégica retirada de las tropas rusas y finalmente la marcha sobre Europa liderada por el ejército del zar permite al autor desmantelar el afianzado mito según el cual la derrota de Napoleón fue el resultado del inclemente paisaje invernal ruso y señalar así el decisivo lugar de Rusia en la política europea, un lugar que incluso hoy merece la pena recordar.
Un futuro planificado. Un abogado seductor y canalla.
¿Conseguirá Elisa retomar las riendas de su vida?
Tras un desengaño amoroso, Elisa está decidida a retomar las riendas de su vida e ir tachando propósitos de su lista de objetivos: seguir siendo la mejor en su empleo, casarse, formar una familia, mudarse a una bonita casa a las afueras… ¿El problema? Todavía no ha conocido al futuro padre de sus hijos. Pero ella no es de las que se rinden tras un fracaso y tiene muy claro qué tipo de hombre desea a su lado. Para empezar, uno que no se parezca en nada al abogado con el que debe competir en su trabajo, ese que está poniendo a prueba toda su paciencia.
Jack Helker es tan atractivo como borde. A pesar de su sonrisa insolente y de que es el típico hombre que debería venir con un cartel en la frente en el que pusiese «no tocar», Elisa es incapaz de ignorar el deseo que siente cada vez que él está cerca. Y, entre rocambolescas citas, Froot Loops y noches imprevistas, empezará a reconsiderar que a veces «perder el control» también tiene sus ventajas.