La protagonista de esta historia tenía apenas veintiún años cuando le detectaron un tumor en la carótida izquierda que cambió su vida para siempre. Al diagnóstico le siguieron muchas pruebas, un baipás, una delicada operación para extirparle el tumor y otra demoledora noticia al despertar: tenía disfagia -un trastorno poco conocido que impide tragar.
A partir de entonces, Núria tuvo que (re)aprenderlo casi todo: a beber agua, a convivir con la enfermedad, a compartir su historia con miles de personas a través de una pantalla y a sacar fuerzas de donde no las hay.
Este libro es una lección sobre cómo convertir la debilidad en fortaleza y la angustia en esperanza. Es una invitación a ser más empáticos y a buscar el lado positivo de las adversidades incluso cuando la vida se hace muy cuesta arriba.
Me llamo Nina Chou y he decidido vivir mi vida, no la que quieren los demás.
Llevo un tiempo sintiendo que debo encontrarme a mí misma en lugar de hacer lo que mi familia espera que haga. Por eso interpreto el papel de buena hija… Todos creen que ayudo a mi hermana en la peluquería cuando no estoy trabajando en el restaurante chino de mis padres.
En realidad, estoy cursando Química en la universidad y, además, en mi tiempo libre, digamos que también estudio la reacción del amor. Y ahí es donde entra Rubén, un matemático friki del que me he colgado y que me hará entender, en la complicada ecuación que supone mi día a día, lo mejor y lo peor de nuestras culturas.
Nina Chou es una joven de origen chino que vive en Usera junto a sus padres. Su hermana Fang está felizmente casada con un joven médico chino y tiene una peluquería. Nina trabaja por las noches en el restaurante chino que regentan sus padres, que no ven el momento de que se case y le organizan un sinfín de citas a ciegas. Pero durante el día, y sin que ellos lo sepan, Nina estudia química en la universidad. Cuando un día, al doblar una esquina, se choca de frente con un apuesto joven, Rubén, el amor se instalará en sus vidas. ¿Podrán superar las barreras raciales y culturales? ¿Aceptará la estirada madre de él a una muchacha china como ella? ¿Aceptará la madre de ella a un occidental que además es su profesor de matemáticas? ¿Conseguirá Nina cumplir sus sueños y alcanzar sus metas sin defraudar a sus padres?
Existen muchas palabras en el diccionario, pero Eva no encuentra ninguna que defina lo que comienza a sentir por Sebastian, un nuevo compañero de la facultad. El chico apareció en su vida de sopetón, y no con muy buen pie. Es guapo y tiene un cuerpazo, pero también es arrogante, competitivo y, lo peor de todo, le encanta meterse con ella. Lo que empieza como una guerra fría, plagada de indirectas, se convertirá en una batalla campal cuando terminen compartiendo piso. Aunque hay algo que no pueden negar: desde que sus caminos se cruzaron, una atracción incontrolable amenaza con estallar como una bomba siempre que se quedan solos.
Esta novela es un puzle de momentos y emociones. Una historia que nos habla de las relaciones o, lo que es más importante, del amor.
El amor… Suena interesante, pero ¿de qué va?
Ana Luisa Borés (sí, ella también odia su nombre) tiene treinta y cuatro años y se siente un poco atascada en su vida. Trabaja como camarera en Malasaña, vive con Guille, con el que lleva siete años, y...
Venga, al grano, ¿qué va a pasar?
Pues que Ana se besa con un tío en una fiesta y ahí se lía todo.
Vaya..., ¿y ese es el detonante? Pues parece una tontería.
Sí, el detonante es algo tan simple como un beso. Ana se deja llevar, y ese sencillo beso se convierte en una mochila de piedras cada vez más pesada que le hará replantearse su vida, su compromiso, su relación...
Entonces lo del beso es la excusa…
Claro, es una excusa para hablar de los sentimientos, de la infidelidad y de cómo lo que piensan los demás puede alejarnos de nosotros mismos y de nuestros verdaderos deseos.
Lola ha aprendido desde muy pequeña a ser fuerte e independiente.
Trabajar como subinspectora en la comisaría donde su padre es el jefe ha reforzado esos rasgos de su carácter.
Ella solo quiere a los hombres para una cosa, y así le va muy bien, hasta que lo conoce a él.
Cuando Nacho se incorpora a su nuevo destino laboral, lo último que espera es encontrase allí a Lola, la mujer con la que se había acostado la noche anterior.
Además, aún no saben que les tocará colaborar en un complicado caso, con mafia rusa incluida.