Una eminente ficción distópica sobre la amistad de dos mujeres que sobreviven a la extinción del planeta. Segunda parte de la llamada Trilogía de MaddAddam.
Las predicciones de Adán Uno, afable líder de los Jardineros de Dios, se han hecho realidad, y el Diluvio Seco ha asolado el planeta y parece haber acabado con toda traza de vida humana. Solo dos mujeres parecen haber sobrevivido a la gran catástrofe natural: Toby, que se ha atrincherado en un balneario de lujo, y Ren, una joven artista de trapecio encerrada en Colas y Escamas, un distinguido club donde trabajan «las chicas guarras más limpias de la ciudad». Y mientras Toby y Ren deciden cuál será su siguiente paso, en el mundo exterior campan a sus anchas los gobernantes corruptos y proliferan las nuevas especies transgénicas, que amenazan con destruirlo todo. El año del Diluvio, que es tierna y sombría a partes iguales, nos descubre a la Margaret Atwood más brillante e imaginativa.
La carrera profesional de Florence Lovelady llegó a lo más alto cuando treinta años atrás ella misma dirigió el arresto de Larry Grassbrook, un fabricante de ataúdes y asesino en serie. Como algo propio de nuestras peores pesadillas, las víctimas eran niños y fueron enterrados vivos. Florence resolvió el misterio y encerró a Larry en la cárcel el resto de su vida, justo antes de que más niños fueran asesinados.
Treinta años más tarde, Larry ha muerto y los hechos del pasado vuelven a repetirse. ¿Estuvo Florence equivocada durante todos estos años? ¿O hay algo mucho más oscuro y macabro?
La nostalgia y el suspense se darán la mano en las páginas de este adictivo misterio.
En los años finales de la dictadura de Franco, Madrid está viviendo una ola de muertes que han sido catalogadas como suicidios y accidentes. Todas ellas son mujeres jóvenes, y salvo Lucio Garza, un sagaz médico forense, nadie ha encontrado una relación clara entre sus muertes. Todo cambiará cuando Lucio descubra el terrible modus operandi del asesino, una muerte realmente cruel endulzada con caramelos de violeta.
Pero el inesperado asesino no será el único enemigo que Lucio encontrará en sus investigaciones. También deberá enfrentarse a la estrechez de miras de la época, los recelos de sus superiores y a una asfixiante autoridad que todavía no concebía el concepto de un asesino en serie. Sin embargo, no estará solo: contará con la ayuda de Teresa, su inteligente esposa, y de sus siete hijos, tan deseosos como sus padres de participar en la investigación. A ellos se les unirá un atípico compañero, Félix, un policía de la brigada de investigación criminal, que ayudará a Lucio Garza en sus pesquisas. Unas pesquisas que sacarán a la luz un oscuro secreto familiar que hunde sus raíces en la guerra civil.
Imaginen por un momento una mesa bien dispuesta, con platos de loza blanca llenos de comida exquisita. Imaginen unas judías verdes condimentadas con mantequilla fundida, el olor embriagador de unos pimientos asados y la textura de un Strudel de manzana recién horneado. Al levantar la vista encontrarán a diez mujeres jóvenes y famélicas. Estamos en el cuartel general de Hitler y corre el año 1943; la guerra causa estragos, pero ellas están aquí y tienen hambre. Lo que pueda pasar después poco importa... «¡Comed!», ordenan los soldados de la SS: ellas son las catadoras del Führer y tendrán que aguardar una hora hasta que los guardias descarten que las viandas están envenenadas. En el ambiente turbio de este banquete perverso, que siempre puede ser el último, las jóvenes y los militares del cuartel trenzan alianzas insólitas. Pero ¿acaso hay algo insólito cuando vivimos al límite? Inspirándose en la historia real de Margot Wölk, catadora de Hitler, Rosella Postorino atraviesa el laberinto del deseo para contarnos la historia de Rosa Sauer, una joven que se aferra a su afán por saborearlo todo, incluido el sexo prohibido, mientras espera a un marido que no regresa: una mujer con ganas de sentirse viva.
Suiza, 1942. En plena Segunda Guerra Mundial, el Gobierno Federal decide cerrar la frontera a los refugiados. Hermann Messmer ayuda a un judío a entrar ilegalmente en el país, aunque poco después el hombre desaparece en la espesura del bosque.
Setenta años más tarde Max Müller, un famoso pintor, yace inconsciente en su estudio de Zúrich. Le han disparado con una pistola de clavos. Unos meses antes Gottfried Messmer, el hijo de Hermann, recibe el legado de su padre: un bastón y una carta lacrada, depositados en una caja de seguridad de un banco suizo. El bastón esconde un lienzo valioso, Waldinneres, y la carta, escrita por Hermann, insta a Gottfried a encontrar a su dueño legítimo.
La búsqueda llevará a Gottfried a indagar en la vida de su padre, a quien apenas conoció, y lo que va a encontrar en el pasado le llevará a cuestionarse su presente y su futuro. ¿Cómo llegó el cuadro a manos de Hermann? ¿Dónde está el dueño del lienzo? ¿Qué sabe Max Müller?