El objetivo de este libro es que psiquiatras, psicólogos, pedagogos, trabajadores sociales y todos aquellos que se hallan interesados en el estudio de los trastornos del comportamiento humano, puedan complementar el saber psiquiátrico con la luz y la claridad aportada por el psicoanálisis. Joan Coderch se ocupa de las enfermedades que en psiquiatría se denominan "funcionales", es decir, las que no están provocadas por una alteración somática. Sin embargo, subraya que también en las enfermedades psíquicas de origen orgánico es posible una explicación psicodinámica de la forma que adopta el trastorno. Con la publicación de esta edición totalmente revisada, Joan Coderch demuestra una notable capacidad de síntesis y claridad expositiva en este libro reconocido como un clásico de la psiquiatría dinámica.
Paul Watzlawick es una de las figuras clave de la psicología del siglo XX. De origen austriaco, se asentó en 1960 en Palo Alto, California, donde a través de sus investigaciones en el Mental Research Institute desarrolló la teoría de la comunicación que lo hizo famoso. Para explicarla, estableció cinco axiomas, entre los que incluyó el que da título a este libro: no es posible no comunicar. Se trata de una recopilación de textos, extraídos de sus obras principales, en los que el autor abordó a fondo la comunicación.
El constructivismo radical de Watzlawick niega la existencia de una verdad absoluta. Cuando alguien ha creído encontrar esa verdad, ha terminado cometiendo los mayores crímenes contra la humanidad. Al mismo tiempo, nos alerta sobre el impacto de los medios de comunicación en el comportamiento humano: «Han llegado al punto de lavarnos el cerebro como ningún gobierno totalitario consiguió jamás».
Según el autor no encontramos la realidad, sino que la creamos. Nuestra percepción de la misma es pura construcción subjetiva, y, por tanto, modificable. Watzlawick nos ofrece métodos para analizar situaciones confusas, suavizar conflictos y aclarar diferencias de opinión. No podemos esperar fórmulas y recetas definitvas, puesto que la infinita diversidad de la vida nos obliga a reaccionar de un modo diferentes y nuevo en cada ocasión. Sin embargo, podemos entender en qué consisten los problemas. La realidad es el resultado de la comunicación.
De pronto la palabra trauma está en boca de todos, lo que conduce a un uso exagerado de la misma y con ello también a su banalización. Sin embargo, este fenómeno es simultáneamente la manifestación de que una nueva comprensión es útil y acorde con la época en que surge. Por fin se puede nombrar y explicar algo que antes no tenía un nombre y que, al mismo tiempo, es responsable de las heridas más profundas del alma humana. Solo entonces pueden aparecer posibilidades de un tratamiento exitoso. Integradas en un trabajo terapéutico cuidadoso y responsable, las constelaciones sistémicas pueden ser una valiosa aportación al tratamiento del trauma, con un acompañamiento sistémico profesional y ante testigos propicios. Este libro reúne aportaciones, enfoques y artículos internacionales alrededor de los temas esenciales del trabajo de constelaciones en relación con el trauma personal. Los textos abordan los diferentes tipos de trauma, intervenciones específicas para el trauma dentro de constelaciones y su combinación con otros métodos, así como la prevención del trauma secundario. El aspecto espiritual del trauma cierra esta visión de conjunto y la completa.
El encuadre psicoterapéutico de El proceso de convertirse en persona excede las categorías de conocimiento tradicionales y altera el rol del terapeuta: le asigna la tarea de comprender al otro, de ser el espejo de la vida del paciente, convirtiéndolo en su asesor y a la relación terapéutica en un asesoramiento.
Carl Rogers revolucionó la psicoterapia con su concepto de «terapia centrada en el cliente», en la que se elimina toda actitud directiva por parte del terapeuta y se evita fragmentar la personalidad del asesorado en «partes enfermas» y «partes sanas». Así, asesor y asesorado entran en una relación simbiótica en la que desarrollan un diálogo —comprometido, emocionalmente intenso y de curso impredecible— que permite la maduración afectiva del asesorado a través del desarrollo de las percepciones que rescatan e integran la totalidad de su experiencia vivida.
El proceso de convertirse en persona es un referente que ofrece la perspectiva de un terapeuta sobre la psicoterapia. Una lectura imprescindible para cualquier persona interesada en la psicología clínica o en el crecimiento personal.
Aunque la cuestión trans hace tiempo que existe, su irrupción masiva en la esfera pública es muy reciente. Debido a sus enormes implicaciones, no solo en cuanto a la sexualidad y a las ideas, sino también en lo que afecta a otras dimensiones, como la social, la legislativa o la política, el debate está marcado por el signo de la urgencia. En este amplio diálogo no podían faltar los analistas de la Escuela Lacaniana de Psicoanálisis y, teniendo en cuenta que muchos llevaban tiempo trabajando en ello, se ha confeccionado este volumen colectivo.
Durante más de una década, Mary Nicotra, ha investigado la cuestión trans bajo el prisma del psicoanálisis lacaniano. Mediante una serie de casos particulares, en este incisivo ensayo plantea un primer interrogante: ¿existe un único modo de llamarse trans, gay, bisexual, mujer u hombre? Y a partir de aquí, se plantea una nueva cuestión: ¿cómo afrontar la sexualidad en general y a la transexualidad en particular?
Jacques Lacan ya destacó que las clasificaciones biológicas y de género que se reciben al nacer no impiden al individuo realizar una elección posterior. Y esa elección, hecha por el sujeto del inconsciente, está lejos de quedar fijada y ser definitiva, ya que la aceptación de un saber nuevo es el paso a un nueva experiencia en la cual se dan opciones que no se habían planteado antes. Este libro pretende plasmar que existen muchos modos de estar en el mundo y no tienen su origen en la biología o en el contexto cultural, sino en la lógica del discurso de cada persona.