Un estudio que cambiará nuestro paradigma sobre las mujeres neurodivergentes ―las que tienen trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), autismo, sinestesia, alta sensibilidad y trastorno del procesamiento sensorial (TPS)― que explora por qué estos rasgos no se detectan en ellas y cómo se beneficia la sociedad cuando permite que florezcan sus talentos únicos.
Como escritora de éxito graduada en Harvard y Berkeley, emprendedora y madre, Jenara Nerenberg se quedó atónita cuando se enteró de que sus «síntomas» (que siempre habían sido clasificados como ansiedad) coincidían con los del autismo y el TDAH. Como buena periodista, se sumergió profundamente en los estudios científicos y descubrió la neurodiversidad: un marco que se aleja de la patologización y reconoce la gran diversidad de nuestras constituciones mentales. En lo que respecta a las mujeres, las diferencias de procesamiento sensorial suelen pasar desapercibidas, estar enmascaradas o ser confundidas con algo totalmente diferente. Millones de mujeres viven sin ser diagnosticadas o bajo un diagnóstico erróneo, lo que puede conducirlas a la depresión, la ansiedad, a la baja autoestima y a la vergüenza. Mientras tanto, todos nos perdemos los talentos que sus mentes neurodivergentes pueden ofrecernos.
Mentes divergentes es una muy necesaria y esperada respuesta para las mujeres que están convencidas de que son «diferentes». Cuando permitamos que nuestra amplia variedad de constituciones cerebrales florezca, estaremos creando un mejor mañana para todos.
Ha quedado científicamente demostrado que la mayoría de mujeres tienden a sentirse asfixiadas por todos los pensamientos, las emociones y las preocupaciones que se superponen entre ellas sin freno ni control: le dan vuelta y más vuelta a todos los aspectos negativos de sus vidas, piensan en las mil formas en las que podrían haber actuado diferente o por qué no se sienten de una determinada manera. Y tanto rumiar no solo obstaculiza su capacidad para afrontar eficazmente los problemas, sino que también tiene consecuencias nefastas en su estado de ánimo, sus relaciones y su salud.
Hay que señalar que muchas propuestas actuales de educación emocional en el mundo docente, de la asesoría, de la empresa y demás beben de una neurociencia de los años noventa que se ha quedado atrás comparado con los últimos descubrimientos en neurociencia. Ya no se apuesta por una visión modular del cerebro sino por una visión de sistemas dinámicas complejos que apunta a otra forma de entender la emoción como reflejo de la propia vida en su complejidad y no como una mera reacción ante un evento. Este tránsito se explica con todo detalle en el libro. Muchos psicólogos, psicólogos clínicos y terapeutas descubren en los nuevos avances de la neurociencia una perspectiva que permite aprovechar lo que ya sabían, ppara ponerlo en un contexto más amplio que les permite acoger mejor la realidad compleja del paciente.No es un texto divulgativo, pero posee un estilo de redacción y acompañamiento que permite su lectura a profesionales no acostumbrados a la neurociencia. Esto se consigue gracias a los apartados de los objetivos, su seguimiento a lo largo del texto, los resúmenes finales, el anexo de neurociencia y el glosario.
Este libro es la transcripción de una conferencia que dio Viktor Frankl en 1974 en el Instituto Lindenthal de Colonia. Expone los conceptos humanísticos básicos del método psicoterapéutico que él creó, la logoterapia. Nos habla de que es fundamental reconocer y reflexionar sobre el sentimiento colectivo que está experimentando la humanidad: la falta de sentido ante la vida y el miedo que tenemos a hablar de ello. Es la patología de nuestro tiempo.
En esta valiosa y reveladora antología, la crítica cultural y exitosa autora Roxane Gay recoge piezas originales y publicadas anteriormente que abordan lo que significa vivir en un mundo donde las mujeres deben medir el acoso, la violencia y la agresión que enfrentan. Abarcando una amplia gama de temas y experiencias, desde una exploración de la epidemia de violación integrada en la crisis de refugiados hasta relatos en primera persona de abuso sexual infantil, esta colección es a menudo profundamente personal y siempre es decididamente honesta. Al igual que Los hombres me explican las cosas de Rebecca Solnit, , No es para tanto resonará en cada lector, diciendo "algo en totalidad que no podemos decir solos