Cómo superar las malas experiencias que los padres pueden llegar a imponer a sus hijos durante el proceso educativo.
El saber proscrito nos descubre la raíz de muchos de nuestros males originados durante la infancia y, en particular, analiza las enseñanzas que recibimos a tan temprana edad. En efecto, los adultos «sofocan» muy pronto en el niño los conocimientos que este adquiere del mundo, con el fin de imponerle, a su vez, la educación trasmitida por otros adultos. La célebre psicoanalista Alice Miller propone aquí un modo de prevenir y curar ese mal porque, así mutilado, el niño accede difícilmente «con naturalidad» a la madurez. Más aún, los obstáculos al desarrollo de su saber le llevan a creer que la vida está hecha de muros y alambradas y, ya adulto, a parapetarse tras un cúmulo de prejuicios. Miller explica cómo podemos recuperar ese «saber proscrito» que sigue vivo, aunque reprimido en cada uno de nosotros.
Libro de combate escrito entre 1916 y 1917, Introducción al psicoanálisis es una obra en la que Sigmund Freud (1856-1939), en plena madurez, trata de romper el cerco de hostilidad y silencio que le rodea para popularizar las ideas centrales de la concepción psicoanalítica. Si la primera sección de la obra está dedicada a los actos fallidos -objeto ya de atención de Freud en Psicopatología de la vida cotidiana -, la segunda vuelve sobre el dominio de los sueños, mientras que la tercera y última se ocupa de los fenómenos y síntomas neuróticos.
Ninguna teoría acerca del funcionamiento y estructura de la mente ha ejercido tanta influencia ni ha adquirido un estatus tan preponderante como la doctrina psicoanalítica, cuyas categorías y explicaciones no tardaron en convertirse en n...
¿Es usted narcisista? O bien: ¿conoce a alguien que lo sea? Si es así, sabrá que, en contra de lo que afirma la creencia popular, los narcisistas no se aman a sí mismos, y mucho menos a los demás. En realidad se trata de personas que no pueden aceptar su verdadera personalidad, y en su lugar construyen una máscara permanente que esconde su carencia de sensibilidad emocional, su incapacidad para sentir. De hecho, a los narcisistas les preocupa más su apariencia que sus sentimientos.Actúan con frialdad, son seductores y manipuladores, y luchan por conseguir el poder y el control. Pero, en el fondo, al carecer de un sólido concepto de sí mismos, la vida les parece vacía y falta de significado, por lo cual viven en un estado de perpetua desolación.