«Mi libro preferido, y el primero que escribí.»
Gabriel García Márquez
Con este libro, Gabriel García Márquez se descubrió a sí mismo como un narrador. Sin embargo, la intención primera era escribir un reportaje sobre un hombre, Luis Alejandro Velasco, que estuvo diez días a la deriva en una balsa mecida por el mar Caribe. El futuro Nobel de Literatura y entonces joven reportero que era García Márquez escuchó el relato de los hechos de boca de su protagonista y los transformó, tal vez sin pretenderlo, en un prodigioso ejercicio literario, una narración escueta y vigorosa donde late el pulso de un gran escritor. La publicación por entregas del reportaje en El Espectador de Bogotá supuso un alboroto político considerable -se revelaba la existencia de contrabando ilegal en un buque de la Armada colombiana, lo que costó la vida de siete marineros y el naufragio, más afortunado, de Velasco- y el exilio para su autor.
Inés Suárez es una joven y humilde costurera extremeña que se embarca hacia el Nuevo Mundo para buscar a su marido, extraviado con sus sueños de gloria al otro lado del Atlántico. Anhela también una vida de aventuras, vetada a las mujeres en la pacata sociedad del siglo XVI. En América, Inés no encuentra a su marido, pero sí un amor apasionado: Pedro de Valdivia, maestre de campo de Francisco Pizarro, junto a quien Inés se enfrenta a los riesgos y las incertidumbres de la conquista y la fundación del reino de Chile.
En esta novela épica el aliento del amor concede una tregua a la rudeza, la violencia y la crueldad de un momento histórico inolvidable. A través de la pluma de Isabel Allende se confirma que la realidad puede ser tan sorprendente o más que la mejor ficción, e igualmente cautivadora.
Tercera entrega de la edición en cuatro volúmenes del monumentalDiariode André Gide, considerado su obra cumbre.
En el tercer volumen delDiario, nos adentramos en el periodo de entreguerras, cuando la despreocupación incial de los años veinte se va ensombreciendo por los presagios y amenazas de un nuevo conflicto mundial. En la misma época, el comunismo se afianza entre los intelectuales franceses, y André Gide, nunca ajeno a la historia, se convierte en una suerte de intelectual comprometido. Sus dudas y reposicionamientos como figura pública quedan registradas en estas páginas, que también contienen un implacable autoanálisis de su vida privada, marcada por su homosexualidad y su cada vez más difícil matrimonio blanco con su prima.
Ambientada en un remoto pueblo de montaña, Lituma en los Andes comienza como una novela policíaca sobre la desaparición de tres lugareños. El cabo Lituma y su ayudante Tomás sospechan de Sendero Luminoso, la organización guerrillera que viene sembrando el terror en el Perú. Pero la intriga adquiere visos inesperados cuando se descubren crueles prácticas ancestrales en la zona, y la narración va ganando dimensiones conforme las pesquisas se alternan con los recuerdos íntimos de los protagonistas. Con un virtuoso manejo de la trama, la psicología y los generos, Mario Vargas Llosa ofrece al cabo una profunda meditación sobre la sociedad peruana y sus males históricos.
Carola Rey Rojo, especialista en secuestros y homicidios infantiles, y madre de la niña desaparecida veintisiete años atrás, ahora en excedencia de la policía española, vuelve a Viena con el encargo amistoso de deshacer la biblioteca de un marchante de arte recientemente fallecido.
Junto con su amigo y colega, el inspector-jefe Wolt Almann, se verá envuelta en una trama que pondrá en evidencia que nadie es lo que parece y que uno nunca acaba de conocer a los demás, ni siquiera a sí mismo.
Lo que parecía un cold case se complica cuando, ahora que todo parecía casi definitivamente superado, otra niña desaparece en el mercadito de Navidad de la ciudad imperial de Viena, la esplendorosa ciudad de la música y el arte que oculta tras las fachadas de sus bellas casas los más oscuros secretos.
El libro de cabecera de una nueva generación.
Amparándose en la coartada del terrorismo islámico, unos políticos teócratas se hacen con el poder y, como primera medida, suprimen la libertad de prensa y los derechos de las mujeres. Esta trama, inquietante y oscura, que bien podría encontrarse en cualquier obra actual, pertenece en realidad a esta novela escrita por Margaret Atwood a principios de los ochenta, en la que la afamada autora canadiense anticipó con llamativa premonición una amenaza latente en el mundo de hoy.
En la República de Gilead, el cuerpo de Defred sólo sirve para procrear, tal como imponen las férreas normas establecidas por la dictadura puritana que domina el país. Si Defred se rebela -o si, aceptando colaborar a regañadientes, no es capaz de concebir- le espera la muerte en ejecución pública o el destierro a unas Colonias en las que sucumbirá a la polución de los residuos tóxicos. Así, el régimen controla con mano de hierro hasta los más ínfimos detalles de la vida de las mujeres: su alimentación, su indumentaria, incluso su actividad sexual. Pero nadie, ni siquiera un gobierno despótico parapetado tras el supuesto mandato de un dios todopoderoso, puede gobernar el pensamiento de una persona. Y mucho menos su deseo.
Los peligros inherentes a mezclar religión y política; el empeño de todo poder absoluto en someter a las mujeres como paso conducente a sojuzgar a toda la población; la fuerza incontenible del deseo como elemento transgresor: son tan sólo una muestra de los temas que aborda este relato desgarrador, aderezado con el sutil sarcasmo que constituye la seña de identidad de Margaret Atwood. Una escritora universal que, con el paso del tiempo, no deja de asombrarnos con la lucidez de sus ideas y la potencia de su prosa.