A través de sus páginas, conocemos la extraordinaria historia de Julian Mantle, un abogado de éxito que, tras sufrir un ataque al corazón, debe afrontar el gran vacío de su existencia. Inmerso en esta crisis existencial, Julian toma la radical decisión de vender todas sus pertenencias y viajar a la India. Es en un monasterio del Himalaya donde aprende las sabias y profundas lecciones de los monjes sobre la felicidad, el coraje, el equilibrio y la paz interior.
Con esta historia tan especial e inolvidable, Robin Sharma nos enseña, paso a paso, una nueva manera de enfocar la vida personal, profesional y familiar. Nos muestra lo importante que es emprender un recorrido vital con una dirección clara, con pasión y armonía interior.
Tras seducir a lectores y críticos de todo el mundo con El abanico de seda y Dos chicas de Shanghai, Lisa See vuelve a cautivarnos con La isla de las mujeres del mar, una bella e introspectiva novela sobre los lazos de amistad de dos jóvenes hanenyeo -mujeres buceadoras de la isla surcoreana de Jeju, cuya forma de vida ha sido reconocida por la Unesco como patrimonio de la humanidad- y las poderosas fuerzas, tanto naturales como históricas, que las rodean.
Kim Young-sook y Han Mi-ja empiezan su preparación como haenyeo. A pesar de sus diferentes entornos familiares, pronto se hacen íntimas, aprenden la técnica del buceo y se enfrentan juntas a las exigencias físicas y los fracasos emocionales de su trabajo. Durante medio siglo, las dos jóvenes forjarán una sólida relación al tiempo que su vida se verá envuelta en acontecimientos tan trágicos y extraordinarios como la Segunda Guerra Mundial, la Guerra de Corea y sus secuelas, y tan inevitables como la irrupción de los teléfonos móviles y la llegada de nuevas políticas e ideas a la isla. Sin embargo, tras sobrevivir a cientos de inmersiones y desarrollar el más estrecho de los vínculos, algo que escapa a su control acabará rompiendo su amistad.
Narrada por la entrañable voz de Young-sook, La isla de las mujeres del mar es no sólo una magnífica saga familiar con extraordinarias ramificaciones, sino también un vívido retrato del mundo singular y poco conocido de la isla de Jeju y de las atrocidades sufridas por sus moradores bajo la ocupación japonesa.
Las democracias occidentales modernas están bajo asedio y el auge del autoritarismo es una cuestión que debería preocuparnos a todos. En El ocaso de la democracia, Anne Applebaum (premio Pulitzer y una de las primeras historiadoras que alertó de las peligrosas tendencias antidemocráticas en Occidente) expone de forma clara y concisa las trampas del nacionalismo y de la autocracia. En este extraordinario ensayo explica por qué los sistemas con mensajes simples y radicales son tan atractivos.
Los líderes despóticos no llegan solos al poder; lo hacen aupados por aliados políticos, ejércitos de burócratas y unos medios de comunicación que les allanan el camino y apoyan sus mandatos. Asimismo, los partidos nacionalistas y autoritarios que han ido tomando relevancia en las democracias modernas ofrecen unas perspectivas que benefician exclusivamente a sus partidarios, permitiéndoles alcanzar unas cotas de riqueza y poder inigualables.
Siguiendo los pasos de Julien Benda y Hannah Arendt, Applebaum retrata a los nuevos defensores de las ideas antiliberales y denuncia cómo estas élites autoritarias utilizan las teorías de la conspiración, la polarización política, el terrorífico alcance de las redes sociales e incluso el sentimiento de nostalgia para destruirlo todo y redefinir nuestra idea de nación.
Un hermano y una hermana retornan a la casa de su infancia, al lugar de la felicidad, de los deseos y de los secretos prohibidos a punto de ser revelados. Los recuerdos luminosos se mezclan con los que irrumpen arrasando con todo: el tacto delicado del lino se mezcla con el tumulto que huye del ataque con gas sarín; los silencios dolorosos de la familia con el sonido de los insectos de montaña. Con la maestría casi artesanal que la caracteriza, Hiromi Kawakami vuelve a construir un mundo frágil y sensual en el que los destellos y las sombras se abrazan de manera única. Escrita tras la tragedia del terremoto y el tsunami que asolaron Japón en 2011, esta novela encarna, con todas sus contradicciones, el deseo de vivir después de la catástrofe.
Tras la muerte de sus padres, fallecidos en un trágico incendio, Richard Elauved tiene que mudarse a la remota localidad de Ballantyne, donde vivirá con sus tíos. Allí se convierte en seguida en uno de los marginados oficiales del instituto, algo que se acentúa cuando un compañero de clase llamado Tom desaparece en extrañas circunstancias: todos culparán al nuevo alumno, tan raro, retraído, irritable y taciturno.
Sin embargo, Richard vio con sus propios ojos lo que le pasó realmente a Tom, una escena verdaderamente espeluznante ocurrida en una cabina de teléfono cercana al bosque. Pero ni la policía ni nadie creen su versión... salvo Karen, otra estudiante arrinconada que lo empuja a llegar hasta el fondo de la cuestión.
Las pistas lo conducirán hasta una antigua casa señorial, ahora abandonada. Ante ella, muerto de miedo, rodeado de insectos, Richard descubrirá que lo observa, desde una ventana del cuarto piso, un hombre de rostro inexpresivo. Después, empezará a oír voces.
Septiembre, 1907. Movido por los celos, el joven traductor ruso Nikolái Naumov dispara contra el conde Kamarowski en su palacio de Venecia al saber que contraerá matrimonio con la mujer que ama en secreto. Cuando el conde muere, la investigación policial apunta a su prometida, la condesa Tarnowska, como instigadora del crimen pasional junto con otro de sus amantes, el abogado Donato Prilukov. Tres años después comienza el juicio más escandaloso de la época, un proceso que sacudió los cimientos de la sociedad, revolucionó la prensa y cambió el sistema legal judicial admitiendo el psicoanálisis freudiano. Señalada como la primera femme fatale del siglo XX surgen dudas: ¿es la condesa culpable o inocente? ¿Víctima o verdugo? No hay crimen sin historia. La condesa maldita narra los días de una mujer arrolladora que coleccionó amantes, desafió los tabúes más férreos del momento y nunca renunció a su libertad.