Aprende a desechar tus máscaras y quédate con lo verdadero, desnuda frente a frente con lo que eres en esencia.
Conocerte.
Amar tus diferencias.
Honrar tu historia.
Romper patrones.
Soltar miedos aprendidos.
Cuestionar creencias.
Descubrir lealtades familiares.
Crear tu propio camino.
Darte cuenta de que tu vida no es tan tuya como creías, y que cada día tienes la oportunidad de reencontrarte contigo, desnudarte de todo lo que no eres tú y darte el permiso de SER.
Ser auténtica es el mayor acto de amor que puedes hacer por ti, desde el respeto, la confianza y el autoamor.
Quizá ha llegado el momento de ser verdaderamente tú.
Quizá ha llegado el momento de brillar siendo AUTÉNTICA.
Jared Diamond comenzó su carrera académica como naturalista: observaba a los pájaros y deducía reglas de su comportamiento. Cuando cambió de foco y empezó a estudiar organismos complejos como las sociedades humanas, no cambió de método, y en este breve libro explica cuánto se puede aprender a través de este procedimiento.
En siete breves capítulos explica por qué unos países son pobres y otros ricos, cómo influyen las instituciones en la prosperidad, la influencia de la geografía en el devenir de China frente al de Europa, el papel de las crisis nacionales, y los grandes problemas que el mundo afronta hoy en día.
Un libro fascinante que en pocas páginas compone una lección magistral sobre las grandes cuestiones de la actualidad y qué lecciones podemos sacar de las ciencias sociales para afrontarlas.
En una sociedad que evita el dolor y la incomodidad, es necesaria una llamada a la valentía. El miedo, la decepción o la tristeza no son los opuestos al amor, la ilusión o la alegría. Todo forma parte de la experiencia de vivir. Si queremos aspirar a los puntos dorados de la vida, hemos de estar dispuestos tambien a caer y sentir el desaliento de los puntos de sutura. La alternativa acostumbra a ser la zona media, ese espacio donde por evitar la herida cerramos las puertas a los momentos más extraordinarios. Desgraciadamente, mucha gente la elige.
Unas emocionantes memorias de Antoine de Saint-Exupéry, autor de El principito, basadas en sus experiencias en la Fuerza Aérea Francesa a comienzos de la Segunda Guerra Mundial
Escrito en 1942, Piloto de guerra narra la experiencia del autor en la Fuerza Aérea Francesa como piloto de un avión de reconocimiento durante la batalla de Francia en 1940, centrándose en una misión sobre la ciudad de Arrás. La obra, publicada durante el exilio de Saint-Exupéry en Estados Unidos, es un relato y una reflexión acerca de la derrota de Francia, así como un llamamiento al país del norte para que se sume a la guerra contra el Tercer Reich. Publicado originalmente en Estados Unidos en francés e inglés, el libro fue prohibido en Francia, pero circuló en ediciones clandestinas durante la guerra.
Publicada en 1931, Vuelo nocturno se basa en las experiencias de Antonine de Saint-Exupéry como piloto de la compañía aérea Latécoère, que buscaba abrir nuevas rutas para el correo entre América, África y Europa en los años veinte, cuando los vuelos estaban llenos de peligros e incertidumbre. La novela narra una misión nocturna sobre la Patagonia argentina, durante la que un piloto portador del correo del sur se ve atrapado en un enorme frente de tomermenta. Sus ansiedades y las del personal de tierra se mezclan para reflejar todo el drama de una profesión en la que, en ciertos momentos, el deber llegaba a fundirse con el heroísmo.
Ana María Matute evoca la infancia en un libro de relatos empapado de esa belleza, ternura e intuición que solo sentimos cuando pensamos en lo irrecuperable.
Tras once años de ausencia, el protagonista de El río vuelve a los escenarios de su niñez. El pueblo por el que correteó durante varios veranos ya no existe. Ha sido cubierto por las aguas del pantano y sólo emerge, como inquietante aparición, cuando baja el nivel con los calores de agosto. Desde esa presencia irreal y envolvente, Ana María Matute nos ofrece una serie de relatos breves, que esbozan momentos de una infancia tan mágica como irrecuperable. Los lobos, los mendigos, los disfraces, la muerte de un niño, la lluvia, las nubes o el eco son algunos de los elementos de esa evocación, que integra la realidad y el misterio, la vida y la muerte. Con un lenguaje agridulce, de sosegadas ternuras y raros presentimientos, El río nos descubre la fugacidad de los primeros años, la revelación de que "el tiempo nuevo se impone sobre el tiempo viejo, lo sofoca, lo pisa, y sigue".