En esta ocasión, Liz y Felipe deben decidir si quieren casarse pese a que antes se prometieron que jamás lo harían. De lo contrario Felipe no podrá ingresar a Estados Unidos.
En la Barcelona de 1984, el capitán Blay, con su cabeza vendada y sus suspicacias sobre los escapes de gas que están a punto de hacer volar toda la ciudad, se pasea por el barrio sacudido aún por los estertores de la guerra perdida y acompañado por los espectros gimientes de sus hijos muertos. El pequeño Daniel le escolta a través de aquellas calles póstumas, en las que conocerá a los hermanos Chacón, quienes custodian la verja de entrada de la casa en la que convalece Susana, una niña enferma de los pulmones, hija de la señora Anita, bella y ajada taquillera de cine, y de Kim, un revolucionario, huido del país y nimbado por el fulgor mítico de los furtivos.
Pronto llegará a la casa un amigo y compañero de viaje de Kim, Forcat, que narrará a los niños la arriesgada aventura que el padre de la niña emprendió en Shanghai, enfrentado a nazis sanguinarios, pistoleros sin piedad y mujeres fatales que le salen al paso en los más sórdidos cabarets de la ciudad prohibida.
Dueño más que nunca de una extraordinaria fuerza evocadora y de un estilo deslumbrante, Juan Marsé construye aquí lo que es sin duda una de las obras maestras de las narrativas europeas de finales del siglo XX.
«Nunca antes el dicho de «el que no arriesga, no gana» había tenido tanto sentido. María y Tomás son los protagonistas de una historia principalmente de amor donde el riesgo les hizo ganar.» María Pombo
María y Tomás han conectado a la primera. Pueden pasar horas y horas hablando sobre sueños o cómo cambiar el mundo. Cuando están juntos la magia flota en el aire, aunque ellos sean los últimos en enterarse. Pero ni la vida es un camino de rosas ni este libro es un cuento de hadas. Ellos lo descubrirán enseguida. Como también descubrirán el dolor, el temor, la amistad y, sobre todo, el amor.
Esta es una historia de decisiones difíciles, de hacerse mayor de golpe, de realidades que nunca se soñaron y de ilusiones que se cumplen a base de tesón. Pero también es una historia sobre el valor de tomar las riendas de tu propia vida.
Botas de colores para días de lluvia te invita a disfrutar del sol tras la tormenta.