¿Cuál es el secreto que encierra La casa verde?
La Casa Verde ocurre en dos lugares muy alejados entre sí: Piura, en el desierto del litoral peruano, y Santa María de Nieva, una factoría y misión religiosa perdida en el corazón de la Amazonía. Símbolo de la historia es la mítica casa de placer que don Anselmo, el forastero, erige en las afueras de Piura.
«Los naipes le hablaban de forma confusa, con augurios inquietantes. Le anunciaban nubarrones tormentosos sin concretar su naturaleza, lo que la llevaba a temer por la salud de los suyos y el buen gobierno de Belcamino».
Siglo XIII. Época de la persecución de los cátaros, de las Cruzadas y del comienzo de la Inquisición. Ante la masacre que está sufriendo su pueblo, Braira de Fanjau, una joven cátara occitana, viaja a Zaragoza para escapar del exterminio, ocultando el secreto de su fe. Allí conocerá a la reina Constanza de Aragón, casada en segundas nupcias con Federico II de Hohenstaufen, rey de Sicilia y emperador del Sacro Imperio Romano-Germánico, que la tomará bajo su protección tras descubrir el gran talento que atesora: la interpretación de las cartas de Tarot.
En muy poco tiempo, Braira ocupará un lugar privilegiado junto a los monarcas, lo que la convertirá en protagonista de aventuras tan fascinantes como peligrosas, donde el honor, las pasiones, intrigas y traiciones moverán los hilos del destino.
Isabel San Sebastián se adentra en la Edad Media de la mano de La cátara, dando vida con emoción y gran rigor histórico a unos personajes y un tiempo determinantes en la Historia de España y de Europa.
Una pequeña alfarería, regentada por una familia que comprende que ha dejado de serle necesaria al mundo, frente a un centro comercial gigantesco. Un mundo en rápido proceso de extinción, otro que crece y se multiplica como un juego de espejos donde no parece haber límites para la ilusión engañosa. Así, La caverna habla de un modo de vivir que cada vez es menos nuestro: todos los días se extinguen especies, hay oficios que se tornan inútiles, idiomas que dejan de tener hablantes, tradiciones que pierden sentido, sentimientos que se convierten en sus contrarios. Saramago despliega su visión del mundo actual a la vez que nos alerta: no cambiaremos de vida si no cambiamos la vida.