La tercera y última novela publicada en vida de Albert Camus, un monólogo con gran ritmo narrativo sobre la idea de la justicia y los excesos de la vida moderna
Publicada originalmente en 1956, La caída es la tercera novela de Albert Camus y la última que vio la luz en vida del autor. Consiste enteramente en la confesión que el narrador y protagonista, Jean-Baptiste Clamence, le hace a un oyente silencioso a lo largo de varias jornadas en la ciudad de Ámsterdam, y su extenso monólgo se centra en los hechos que le llevaron a abrazar el sinsentido existencial.
Una noche, al volver a su casa en París, Clamence pasó por un puente en el que vio a una muchacha inclinada sobre el parapeto. Enseguida la oyó arrojarse al agua, pero no hizo nada por socorrerla. A partir de entonces, ha vivido roído por la culpa y no ha dejado de caer en su propia escala moral. En este hombre desgarrado, Albert Camus refleja sin duda a una sociedad de posguerra que lucha con sus fantasmas, mientras busca un centro vital y la verdadera justicia.
EnLa Caída de Gondolin chocan dos de los principales poderes. Morgoth, el mal más absoluto, controla un enorme poder militar. En su profunda oposición está Ulmo, Señor de las Aguas, quien trabaja para apoyar a los Noldor, el grupo de elfos entre los que se contaban Húrin y Túrin Turambar.
En el centro de este conflicto se encuentra la ciudad de Gondolin, bella pero oculta. Fue construida por elfos Noldor que se rebelaron contra el poder divino y huyeron a la Tierra Media. Turgon, el rey de Gondolin, es el principal objeto tanto del odio como del miedo de Morgoth, quien trata de descubrir la ciudad escondida.
En este mundo entra Tuor, el primo de Túrin, como instrumento para hacer cumplir los planes de Ulmo. Guiado por el dios emprende un viaje en busca de Gondolin. En esta ciudad Tuor madura; se casa con Idril, hija de Turgon, y tienen a su hijo Eärendel.
Debido a un acto de traición, Morgoth localiza la ciudad y lanza un ataque devastador. Tras el relato de la caída de Gondolin, Tuor y su familia huyen y contemplan las ruinas de su ciudad en llamas. Viajan hacia otra historia, el Cuento de Eärendel. Tolkien nunca llegó a escribirla, pero en el presente libro se incluye un esbozo de ésta.
Grecia en la era de los héroes. Patroclo, un príncipe joven y torpe, ha sido exiliado al reino de Ftía, donde vive a la sombra del rey Peleo y su hijo divino, Aquiles.
Aquiles, el mejor de los griegos, es todo lo que no es Patroclo: fuerte, apuesto, hijo de una diosa. Un día Aquiles toma bajo su protección al lastimoso príncipe y ese vínculo provisional da paso a una sólida amistad mientras ambos se convierten en jóvenes habilidosos en las artes de la guerra.
Pero el destino nunca está lejos de los talones de Aquiles. Cuando se extiende la noticia del rapto de Helena de Esparta, se convoca a los hombres de Grecia para asediar la ciudad de Troya. Aquiles, seducido por la promesa de un destino glorioso, se une a la causa, y Patroclo, dividido entre el amor y el miedo por su compañero, lo sigue a la guerra. Poco podía imaginar que los años siguientes iban a poner a prueba todo cuanto habían aprendido y todo cuanto valoraban profundamente.