Naomi Klein nos presenta la guía definitiva para resistir a las nuevas políticas del shock, un desafío mundial.
¿Recuerdan cuando se suponía que el amor iba a triunfar sobre el odio? ¿O que hubo un momento en que las petroleras y los banqueros parecían estar amilanados y a la defensiva? ¿Qué demonios pasó? ¿Y qué podemos hacer al respecto? Naomi Klein nos explica cómo hemos llegado a este punto y cómo podemos cambiar las cosas para mejor.
Decir no no basta revela, entre otras cosas, que la desorientación que sentimos nos la han provocado deliberadamente. Que por todo el mundo, para generar una crisis tras otra, se están utilizando tácticas de shock diseñadas para forzar políticas que van a arruinar a la gente, el medio ambiente, la economía y nuestra seguridad. Que el extremismo no es un hecho aberrante, sino un cóctel tóxico de nuestros tiempos.
Un libro necesario para convertir el sufrimiento en fortaleza y sentirse vivo. Por el autor de El buen amor en la pareja, La llave de la buena vida y Bailando juntos.
Cada ser humano, en su inmensidad y pequeñez, es una llama que brilla con luz propia. El mundo es un mar de fueguitos, cada uno con su particular historia. Una llama inmemorial que se transmite entre generaciones. Es inevitable que en ocasiones se agite, resplandezca y queme, del mismo modo en que se deja llevar por una pequeña brisa, enferma o incluso se apaga. Esta es una metáfora que ha servido durante siglos para definir nuestra existencia, que a veces nos duele o desafía más de lo que esperábamos.
Este libro nos instruye, con extrema sensibilidad y virtuosismo, en el arte de caminar la vida y superar sus asuntos clave, y nos ofrece un mapa preciso para salir airosos de cualquier tempestad evitando que quedemos anclados en el sufrimiento. En él hallaremos la oportunidad para crecer y aprender a vivir en paz. Un viaje hacia nuestro interior que nos llevará a reflexionar sobre el sentido de la vida.
Han pasado seis meses. David Gurney apenas ha conseguido reincorporarse a una cierta normalidad después de haberse encontrado al borde de la muerte tras resolver el caso más peligroso al que se había enfrentado. Madeleine,su esposa, está preocupada. Gurney ha sido diagnosticado con síndrome de estrés post traumático y nada parece alegrarle.
Días después, el exdetective recibe una llamada. Connie Clarke, la periodista que creó la leyenda de superpoli y lo catapultó a la fama, quiere pedirle ayuda. Su hija Kim está realizando un documental sobre las familias de las víctimas de un asesino en serie al que nunca atraparon, el Buen Pastor, y Connie quisiera que Gurney supervisara sus investigaciones y la guiara. En parte por aburrimiento y en parte por hacerle un favor a Connie, Gurney acepta.