Una historia de amor en un universo orwelliano dominado por el fanatismo de las sectas, el maltrato y la corrupción.
En japonés, la letra q y el número 9 son homófonos, los dos se pronuncian kyū, de manera que 1Q84 es, sin serlo, 1984, una fecha de ecos orwellianos. Esa variación refleja la alteración del mundo en que viven los personajes de esta novela: Aomame, instructora de gimnasia, y Tengo, profesor de matemáticas. Pero ambos son más de lo que parecen: la bella Aomame es una asesina; Tengo, un aspirante a escritor al que han encargado la corrección de una enigmática obra.
Sofía tiene tres amores: su gata Holly, los libros y El café de Alejandría. Sofía trabaja allí como camarera y es feliz. Sofía no tiene pareja y tampoco la busca, aunque desearía encontrar la magia. Sofía experimenta un chispazo cuando él cruza por primera vez la puerta. Él aparece por casualidad guiado por el aroma de las partículas de café... o tal vez por el destino... Él se llama Héctor y está a punto de descubrir dónde reside la magia
El libro más personal de Julia Navarro
Una sugerente invitación a compartir las historias escritas y vividas por mujeres: con ellos, sin ellos, por ellos, frente a ellos.
Hasta el siglo XX la Historia la escribieron los hombres. Eso explica por qué las mujeres apenas aparecemos como sujetos de las historias de la Historia. Sin embargo, la lista de aquellas que la protagonizaron es extensa: desde diosas hasta reinas, desde cortesanas hasta científicas, desde actrices hasta santas, desde escritoras hasta políticas... Hemos estado en todas partes, aunque un manto de silencio se empeñara en cubrirnos o ignorarnos.
Eso sí, no podemos contar las historias de estas mujeres sin tenerlos también en cuenta a ellos, porque desde el principio de los tiempos las vidas de hombres y mujeres han estado entrelazadas y no se explican las unas sin los otros, es decir con ellos, sin ellos, por ellos, frente a ellos o con la ignorancia de ellos. Por eso, este libro no es solo la historia de ellas sino la de todos, pero contada no a través de la supremacía masculina sino desde un lugar común.