La muerte es el tema tabú de nuestro tiempo. Existe una notable laguna en el hombre occidental actual sobre qué nos espera después de este acontecimiento inevitable. El libro tibetano de los muertos, o Bardo Thodol, es una guía para realizar felizmente el tránsito de la muerte. En la línea de los Ars Moriendi medievales, nos enseña a ayudar al moribundo a atravesar los estados intermedios o bardos. Utilizado como libro guía en la experiencia psicodélica por Timothy Leary y sus seguidores, es desde hace siglos el libro sagrado de los tibetanos y los budistas tántricos. La lectura de El libro tibetano de los muertos es útil para todos los seres, ya que las experiencias básicas que describe son idénticas para todos, en todas las épocas y en todos los lugares.
A comienzos del siglo XII a. C., durante diez años, Troya fue asolada por una guerra en la que se mezclaron la ambición, codicia, crueldad, sufrimiento, locura, traición, celos, orgullo e ineptitud. Su historia mantuvo electrizado durante siglos al mundo antiguo y ha moldeado nuestra tradición literaria y nuestra imaginación, manteniendo vivo su recuerdo hasta nuestros días. Robert Graves recrea esta epopeya a partir de la Ilíada y la Odisea, pero también de muchos otros testimonios de poetas griegos y latinos, y ofrece el primer intento moderno de convertir la historia completa, desde la fundación de Troya hasta el regreso de los griegos victoriosos, en un libro para el deleite de todos y todas.
La práctica de la sabiduría en la vida cotidiana.
Llamamos compasión a la capacidad de sentirnos próximos al dolor de los demás y la voluntad de aliviar sus penas. Su Santidad el Dalai Lama, buen conocedor de los dones pero también de las limitaciones del espíritu humano, nos propone un nuevo camino hacia el amor al prójimo a través del estudio de tres textos sagrados de la antigüedad, y nos enseña a templar nuestras emociones y sentimientos gracias a la meditación.
En este libro se recogen las conversaciones que, durante más de veinticinco años, ha mantenido el Dalai Lama con uno de sus más queridos discípulos. En ellas Su Santidad muestra todas sus facetas: mentor personal, maestro en lo divino, líder terrenal, embajador del Tíbet, filósofo abierto al mundo, hombre versado en la sabiduría milenaria del budismo, experto en meditación... y también optimista incorregible. El carisma del Dalai Lama y la profunda empatía que siente por la curiosidad de su alumno ofrecen una valiosísima lección sobre cómo podemos encontrar la verdadera felicidad en nuestras vidas.
Todas las civilizaciones han tratado de explica aquello que no comprendían y que percibían como sobrenatural y lo han hecho contando leyendas que incluían dioses, héroes, monstruos y, cómo no, humanos. Los mitos son historias que no tienen por qué ser reales, pero contienen nuestra esencia, nuestras pasiones, miedos y deseos, porque hablan de temas universales como el amor y la muerte, que poseen, en definitiva, la fuerza de ser la base cultural de la Humanidad.