Leibi convierte la monotonía de los hechos cotidianos en la fantasía, el misterio y encanto propios de los cuentos para niños.
Gatita era la estrella del circo por sus saltos y maromas. Un buen día se encuentra aburrida y cansada de hacer siempre lo mismo. Con mucha calma e inteligencia se propone cambiar de ocupación y sin esperarlo su vida dará un giro inesperado y maravilloso cuando se dirige a las estrellas.
Enrique y Elisa aman las ranas, pero su mamá las detesta. Un sábado Enrique amanece muy enfermo. Temiendo que un mosquito le haya ocasionado dengue, su familia procura bajarle la fiebre, con un baño de agua fría. Todo estará bajo control siempre y cuando a su madre no se le ocurra mirar entre las poncheras que hay en el baño. Podría saltar una rana.