El colapso ecológico y el discurso que insiste con la catástrofe planetaria se han vuelto parte de nuestro sentido común. En esta antología, Eduardo Galeano propone una mirada alternativa, que es en realidad una constante en toda su obra, para acercarnos al mismo problema: nos recuerda nuestro vínculo insoslayable con la naturaleza, explora su riqueza y sus formas de resistencia, y hasta señala con alarma nuestra tenacidad urbana y moderna de creer que podemos prescindir de ella. En estas páginas, Galeano imagina un Juicio Final para los seres humanos, en el que un alto tribunal de bichos y plantas nos acusará de haber convertido el reino de este mundo en un desierto de piedra. No es tarde, dice también, para entender de una vez que nuestro planeta es nuestra única casa. Muy recientemente nos hemos enterado de que la naturaleza se cansa, como nosotros, sus hijos; y hemos sabido que, como nosotros, puede morir asesinada. La civilización que confunde los relojes con el tiempo, el crecimiento con el desarrollo y lo grandote con la grandeza también confunde la naturaleza con el paisaje, mientras el mundo, laberinto sin centro, se dedica a romper su propio cielo.
Hace dos décadas, Israel. La tierra más disputada expuso de manera exhaustiva y documentada el nacimiento y desarrollo del Estado judío desde la irrupción del sionismo a finales del siglo xix hasta la muerte de Arafat, así como su principal derivada, el conflicto entre israelíes y palestinos.
Esta es una versión actualizada y ampliada de la obra, que recoge los acontecimientos más relevantes de los últimos veinte años: el fracaso de la apuesta unilateral de Ariel Sharon, el impacto de la Primavera Árabe, los encontronazos entre Netanyahu y Obama, los Acuerdos de Abraham y la grave crisis sociopolítica que ha afectado a Israel en el último quinquenio y que se ha manifestado en cinco repeticiones electorales y protestas multitudinarias que han paralizado el país. El libro termina con la guerra desatada en Gaza tras el ataque de Hamás del 7 de octubre.
Con el mismo rigor y el propósito de explicar sin justificar ni juzgar, esta nueva edición se afianza como un libro de referencia sobre la historia más completa de Oriente Medio y el trascendental conflicto que la atraviesa.
Una refutación del mito más extendido (y peligroso) de nuestra época
La lucha por la justicia social es una de las principales causas de nuestro tiempo, que interpela a muchas personas diferentes por diversas razones. Pero que se utilicen las mismas palabras no siempre supone estar hablando de lo mismo. Debemos aclarar los significados para descubrir en qué estamos de acuerdo y en qué discrepamos.
El veterano pensador Thomas Sowell, que lleva más de seis décadas cuestionando los presupuestos económicos y filosóficos progresistas, demuestra en su último libro que muchas de las cosas que los luchadores de la justicia social creen verdaderas, sencillamente, no resisten una mínima confrontación con los hechos.
Este libro, cargado de datos y argumentos, desmonta la visión distorsionada y victimista de la realidad del pensamiento woke que está arrastrando a la civilización occidental hacia el precipicio.
Sowell nos recuerda que la agenda de la justicia social a menudo conduce en la dirección opuesta a su ideal, en ocasiones con consecuencias catastróficas.
Poder. Privilegio. Fiestas. Es un mundo muy pequeño en la cima. Boris Johnson, Michael Gove, David Cameron, George Osborne, Theresa May, Dominic Cummings, Daniel Hannan, Jacob Rees-Mogg: Whitehall está plagado de viejos oxonianos. Han debatido entre ellos en las tutorías, se han enfrentado en las elecciones estudiantiles y han asistido a los mismos bailes y cenas de etiqueta. No son solo colegas: son compañeros, rivales, amigos. Y, cuando salieron del mundo de los debates estudiantiles para entrar en la escena nacional, llevaron consigo su política universitaria. Trece de los diecisiete primeros ministros británicos de la posguerra estudiaron en la Universidad de Oxford. En Amigocracia, Simon Kuper analiza cómo la atmósfera enrarecida y privilegiada de este estrechísimo círculo de talentos —y las amistades y visiones del mundo que creó— dio forma a la Gran Bretaña moderna. Una mirada condenatoria a la camarilla universitaria convertida en mayoría en la Cámara de los Comunes que abrirá de par en par las puertas de Westminster y cambiará para siempre la forma de ver la democracia del Reino Unido.
Es peor, mucho peor, de lo que imaginas.
Hoy, la subida del nivel del mar es una causa de alarma generalizada entre aquellos que ya han abandonado el sueño pernicioso de que el calentamiento global es un mito. Sin embargo, no es ni siquiera la punta del gigantesco iceberg de horrores inimaginables que amenazan la vida en la Tierra: incendios, huracanes, sequías, inundaciones... Todas estas inquietantes manifestaciones del cambio climático, ya recurrentes para millones de personas, son solo un adelanto de lo que está por llegar: hambrunas, plagas, un aire irrespirable, migraciones cada vez más masivas, el colapso económico e incluso conflictos armados globales.
Las memorias de Juan Alberto Belloch: un hombre excepcional inmerso en tiempos extraordinarios.
La influencia de su madre -mujer de carácter adelantada a su tiempo-, y de su padre -intelectual liberal de linaje republicano- forjaron en Juan Alberto Belloch el deseo de una independencia radical, donde el servicio a su país estuvo siempre por encima de intereses personales o riñas partidistas: primero como juez -uno de los más jóvenes de la naciente democracia- y más tarde al frente delos ministerios de Justicia e Interior, que ocupó en los últimos gobiernos de Felipe González, sin haber militado jamás en el PSOE.