A lo largo del último siglo, la humanidad ha logrado lo imposible frenando la hambruna, la peste y la guerra. Por primera vez en la historia, más personas mueren por obesidad que por pasar hambre y hay más probabilidades de quitarse la vida que de morir en un conflicto bélico o un atentado terrorista.
¿Qué pasará con la democracia cuando Google y Facebook lleguen a conocer nuestros gustos y preferencias políticas mejor que nos conocemos a nosotros mismos? ¿Qué pasará con el estado de bienestar cuandola inteligencia artificial expulse a los individuos del mercado laboral, creando una «clase innecesaria» de humanos? ¿Cómo podremoslidiar con los avances en ingeniería genética? ¿Terminará Silicon Valley por establecer nuevas religiones en lugar de enfocarse a producir únicamente dispositivos inteligentes?
Homo Deus explora los proyectos, los sueños y las pesadillas que configurarán el siglo XXI: desde superar la muerte hasta la creación de la inteligencia y la vida artificial.
¿Hacia dónde nos dirigimos? ¿Cómo protegeremos al mundo de nuestros propios poderes destructivos? He aquí una mirada hacia el futuro de la evolución. He aquí Homo Deus.
El hormigón encarna la lógica capitalista. Es el lado concreto de la abstracción mercantil. Como ella, anula todas las diferencias y es más o menos siempre lo mismo. Producido de forma industrial y en cantidades astronómicas, con consecuencias ecológicas y sanitarias desastrosas, ha extendido su dominio por el mundo entero, asesinando las arquitecturas tradicionales y homogeneizando todos los lugares con su presencia.
Monotonía del material, monotonía de las construcciones que se edifican en serie conforme a algunos modelos básicos de duración muy limitada, tal como establece el reinado de la obsolescencia programada. Al transformar definitivamente la edificación en mercancía, este material contribuye a crear un mundo en el que ya no nos encontramos a nosotros mismos. Por eso había que rastrear su historia; recordar los designios de sus numerosos paladines —de todas las tendencias ideológicas— y las reservas de sus pocos detractores; denunciar las catástrofes que provoca en tantos ámbitos; poner de manifiesto el papel que ha desempeñado en la pérdida de ciertas destrezas y en el declive de la artesanía; y en último término, demostrar cómo dicho material se inscribe en la lógica del valor y del trabajo abstracto. Esta implacable crítica del hormigón, ilustrada con abundantes ejemplos, es también —y quizá sobre todo— la crítica de la arquitectura moderna y del urbanismo contemporáneo.
El fenómeno del Calentamiento Global ha desatado en cascada una serie de medidas gubernamentales nacionales e internacionales, políticas, económicas y sociales que afectan y van a afectar a la vida cotidiana de la ciudadanía. Además se ha producido un fenómeno de sobreinformación en los medios amplificado por unos estilos de comunicación sensacionalistas e incoherentes. Por ese motivo, la ciudadanía se sigue manteniendo en la indiferencia, el conformismo, el negacionismo o el fatalismo hacia este tema de importancia global y fundamental para el futuro de la humanidad.
Algunos científicos expertos han cruzado la línea de su trabajo en la sombra y han sentido la necesidad de comprometerse y alzar la voz para luchar contra el negacionismo del Calentamiento Global..., sin demasiado éxito.
David Farrier nos invita a pensar cómo seremos recordados en los mitos, historias y lenguajes de las generaciones futuras. Porque el mañana de nuestro planeta estará colonizado por nuestra actual actividad humana, a través de la transformación de los ecosistemas, la explotación de los recursos naturales y la generación de desechos de larga duración. Los futuros fósiles del Antropoceno son parte de nuestro legado y, sobre todo, nos explican nuestro tiempo.
Huellas combina historia y ecología, literatura y ciencia, viajes y filosofía para darle la vuelta a muchas de nuestras preconcepciones, trazar analogías con otros momentos decisivos del pasado y mostrarnos cómo, frente al determinismo pesimista, existen aún alternativas e incógnitas en un maravilloso diálogo entre pasado, presente y futuro. De la mano de su propia experiencia vital e investigadora, acompañamos a Farrier desde el Báltico a la Gran Barrera de Coral, desde Shanghái a Tasmania, para descubrir un mundo que cambia aceleradamente, y cuyas consecuencias no solo alterarán nuestra forma de pensar sobre el futuro, sino también cambiarán nuestra forma de ver el mundo hoy.
Un llamamiento a involucrarnos cívicamente para tomar las riendas de nuestro futuro
Los ciudadanos tendemos a culpar al Estado, al mercado o a cualquier otra entidad abstracta cuando estamos insatisfechos. Los actores económicos, ocupados únicamente en la maximización del beneficio propio, no tienen ninguna motivación racional para interrogarse por el bien común. Asimismo, los poderes públicos se desentienden de las consecuencias finales de sus acciones.
El jurista Rodrigo Tena sostiene que la huida de la responsabilidad es el fenómeno más importante en la vida pública actual, que ha contaminado a todos los agentes sociales y que tiene múltiples manifestaciones. Delegamos en el sistema nuestros compromisos individual y colectivo, y a su vez el sistema se rige por incentivos perversos que fomentan el comportamiento irresponsable.