Los resultados electorales sorprendentes se suceden, las transformaciones geopolíticas sacuden el orden existente, las innovaciones cambian las costumbres, las mentalidades se transforman, las luchas culturales son cada vez más frecuentes. La política se encuentra hoy con un país desconocido y tampoco nuestros expertos aciertan a desentrañar qué está ocurriendo en la sociedad. Afrontamos un proceso de transformación que no sabemos explicar, y en el que con demasiada frecuencia juzgamos en lugar de comprender.
¿Cuántas Españas hay? ¿Cuántas debería haber? ¿Una, dos, tres? ¿Ninguna?
Esta cuestión lleva ocupando a los pensadores patrios más de cien años. En los últimos tiempos, junto con la clásica idea de las dos Españas cainitas, ha vuelto a cobrar fuerza una tercera que se situaría por encima del marco. Pero ¿es la solución al problema colocarse «angelicalmente» al margen?
Para Armando Zerolo no hay dos ni tres Españas, solo hay «una que discute, como hay amigos que se pelean, matrimonios que no se entienden en todo, y equipos de fútbol rivales». Negar esa tensión es lo realmente peligroso porque, opina, el problema en una sociedad abierta nunca será la polaridad, que no es lo mismo que la polarización.
En este libro, Zerolo, profesor de Filosofía Política y del Derecho, repasa nuestra historia reciente para revalorizar el conflicto y defender el disenso como material de construcción política frente a «categorías dogmáticas de pureza y neutralidad». Para eso hay que rechazar tanto el «cuento» pernicioso de las dos Españas como «ese intento bienintencionado que hoy se llama tercera España».
Contra la tercera España es un ensayo desprejuiciado que adopta una perspectiva novedosa. Con elegancia y mesura, sin caer en la complacencia, el autor plantea de manera cercana el famoso «problema de España» adaptado a los tiempos que corren, cada vez más hostiles para la democracia liberal.
«Hablar de extrarradio y de periferia significa hablar de clase obrera, de bloques de ladrillo y hormigón, de toldos verdes comidos por el sol, de pisos sin ascensor y de cierto porcentaje considerable de población migrante en edad de trabajar. Aunque se conocen como barrios de clase trabajadora, también los habitan muchas personas sin empleo que se arriesgan a perder una muela por no poder empastarla».
Mientras que la literatura obrerista se ha encargado de romantizar el mono azul de trabajo y la academia feminista aboga por romper techos de cristal, las condiciones de quienes se encargan de lavar los primeros y barrer los segundos han quedado totalmente descuidadas y olvidadas. Cargadas de razones y muy cansadas de cuidar para que otras concilien, un centenar de Hijas del hormigón le han contado a la politóloga Aida dos Santos su día a día, porque la precariedad y las privaciones no siempre las recoge la estadística. Ahí donde leas «Esto a mí también me pasa» y asientas en silencio estará la prueba de que lo que te atraviesa a ti, nos limita a todas.
El asesino en serie más brutal de la historia de Argentina se hacía la ilusión de que realizarían una película basada en su vida, dirigida por Quentin Tarantino y protagonizada por Leonardo DiCaprio. Su caso, como tantos otros tratados en Los impostores, muestra una descomunal necesidad de reconocimiento. Estas extrañas y aberrantes formas de hacerse visible ante los demás surgen en un momento en que las palabras parecen insuficientes para proporcionar la conciencia de tener un lugar en el mundo. La principal carencia de estas vidas tiene que ver con una merma en su facultad de hablantes. Su propio lenguaje se muestra limitado a la hora de dar un sentido a sus vidas.
Vivimos en una era de crisis múltiples, que avanzan a diferentes ritmos e intensidades y definen nuestro presente. La crisis climática se acelera, mientras que la crisis social crece con el rechazo a la gentrificación y el auge de movimientos populistas. La crisis energética alterna momentos críticos con periodos de calma, y la de materias primas afecta las cadenas de suministro; a todas ellas ahora sumamos la crisis del agua potable.
Esta situación nos conduce a un choque inevitable con los límites de un planeta finito y la incapacidad de los poderes políticos y económicos para entender que seguir creciendo de forma perpetua es inviable. Pero, paradójicamente, cuando las empresas manufactureras priorizan la supervivencia al crecimiento, está claro que algo tampoco va bien.
Europa, particularmente vulnerable por su envejecimiento, la escasez de recursos y una industria superada por potencias como China y Rusia, enfrenta una rápida desindustrialización.
Es urgente encontrar soluciones sostenibles que aprovechen el verdadero potencial del continente. El futuro de Europa plantea el necesario debate sobre el modelo industrial y el futuro que nos espera en este contexto de crisis global.
El libro que ha revolucionado nuestra visión de las mujeres en la prehistoria.
¿Qué papel tuvieron las primeras mujeres en la prehistoria? ¿De verdad eran ellas las que se quedaban cuidando a la prole? ¿Cómo eran realmente la maternidad y la educación de los hijos? ¿En qué momento empezaron las mujeres a perder poder?
En el relato que se ha construido de las sociedades prehistóricas, las mujeres han ocupado un lugar secundario que la ciencia no se ha preocupado por entender y explicar en profundidad hasta ahora, cuando el feminismo reivindica el papel fundamental de las mujeres en la historia. Este apasionante ensayo nos descubre también cómo el inicio de la arqueología en el siglo XIX como disciplina científica marcó la visión que se tenía de las mujeres y cómo esta sirvió para justificar las desigualdades. Un libro que trata de romper mitos, nos hace reflexionar sobre el origen de la desigualdad y destapa la contribución esencial de nuestras antepasadas más lejanas.