Ese azul…
El artista a quien se le debe el azul de ultramar
A mediados de la década de 1950, Yves Klein (1928-1962) declaró que “un mundo nuevo exige un hombre nuevo”. Su peculiar estilo idiosincrático y su gran carisma llevaron a este audaz artista a desarrollar una breve pero fructífera carrera, pues pintó más de mil cuadros en un periodo de siete años, cuadros que hoy se consideran clásicos del arte moderno de posguerra.
Klein se labró un nombre sobre todo con sus lienzos monocromos de gran formato pintados con el tono de azul que él mismo patentó. El International Klein Blue (IKB), compuesto de pigmento puro y un aglutinante, es a un tiempo denso y luminoso, evocador y decorativo, y Klein lo concibió para evocar la cualidad inmaterial e infinita del mundo. Las obras de esta revolución azul parecen transportarnos a otra dimensión, como si cayéramos hipnotizados por un cielo de verano perfecto.
Músicos, compositores y canciones dominicanas en los siglos XIX y XX fue elaborado mediante una metodología heterogénea. Incluyó consultas bibliográficas, entrevistas a los propios músicos o a familiares y relacionados, consultas a historiadores y músicos de los distintos municipios y provincias, búsqueda en periódicos y revistas y, de manera especial, las consultas a musicólogos y expertos en esos temas, que afortunadamente apoyaron con entusiasmo este trabajo.
De Yung Beef a C. Tangana o Rosalía: la historia de la generación musical más excitante de nuestro tiempo.
Detrás del contrato entre PXXR GVNG y Sony, de la actuación de Rosalía en los Goya, de la lona de C. Tangana en la Gran Vía de Madrid o de la entrevista de La Zowi en La Resistencia se esconde la historia más fascinante sobre un relevo generacional. Una nueva escena marcada por internet y por la falta de prejuicios en una década de momentos traducidos en rupturas aceleradas. La conversación política, estética y afectiva a través de la música que ha sido la más seguida en tiempo real. Nuevas formas de entender la industria; sobreproducción de música e imágenes, de memes y virales. Una serie de acontecimientos que nos hacen dudar de si lo que hemos vivido es realidad o simulacro.
La exitosa monografía en formato XXL, ahora disponible en una edición compacta. Las exquisitas reproducciones de las pinturas, dibujos y esbozos más destacados, acompañadas de los textos del editor Hans Werner Holzwarth y de Eleanor Nairne, comisaria e historiadora del arte, nos acercan al artista que simboliza el Nueva York de la década de 1980.
La leyenda de Jean-Michel Basquiat (1960-1988) continúa intacta. Símbolo del Nueva York de la década de 1980, el artista inició su carrera a finales de la década de 1970 bajo el seudónimo SAMO llenando las paredes de la ciudad con pintadas que contenían mensajes mordaces y fragmentos de poemas. Formó parte de una escena underground en pleno auge formada por todo tipo de artistas, que se dedicaron a las artes plásticas, el gratifi, el hip-hop, el post-punk y el cine amateur. Basquiat, pintor con una potente voz personal, no tardó en triunfar en entornos más convencionales y expuso en galerías de todo el mundo.
El estilo expresivo de Basquiat se basaba en figuras rudimentarias a las que añadía palabras y frases. Su obra inspiró a todo un elenco de celebridades del jazz, el boxeo y el baloncesto, con referencias esotéricas y a la vida callejera.
Exposición magistral de cómo son las cosas en el mundo del cine, presentadas con multitud de anécdotas. Ofrece a la vez las memorias de un magnífico director y una guía sobre el arte, la técnica y el negocio de la realización.