Aunque nunca salió de su tierra natal en los Países Bajos, Rembrandt van Rijn(1606-1669) cambió el curso del arte occidental con su extenso repetorio de pinturas, dibujos y grabados. Su prolífica obra abarca escenas religiosas, históricas y seculares, así como una de las más extraordinarias series de retratos y autorretratos de la historia.
Rodin supo transmitir su pasión por la observación de la naturaleza y captar la vida y la verdad de las formas con una fuerza incomparable. Precisamente en el descubrimiento o el redescubrimiento de este legado de valor incalculable radica el éxito del libro de Francois Blanchetiére.
Este libro esencial sobre la figura de Toulouse-Lautrec recorre un universo de cantantes, bailarinas, músicos y prostitutas para descubrir a un artísta dotado de un gran empatía, una habilidad figurativa sorprendente y una sensibilidad única para captar la energía y las historias propias de una ciudad.