―Ese olor… ¿son violetas? Nunca había conocido a nadie que llevara el perfume a juego con el color de los ojos.
La mujer es Misia Rothman, la bella y sensible esposa de un multimillonario del mundo de la comunicación, que cae fascinada por Artigas, el escritor de más éxito del momento, cosmopolita, mujeriego y con un punto cínico.
Y el detective es Roures, un ex corresponsal de guerra,reciclado en investigador de infidelidades, a quien, tras perder la enésima batalla de su vida, le toca reinventarse desde una modesta buhardilla de Malasaña y a quien acude la joven Katia Cohen con un sorprendente convencimiento: Artigas no solo mató a su madre, de quien fue amante, sino que ha asesinado al menos a otras tres mujeres.
Agatha Raisin regresa a su cottage de los Cotswolds deprimida y apática. Para superar la frustración, intenta distraerse en la Asociación de Damas de Carsely, donde encuentra un encendido debate sobre la propuesta que la recién fundada Compañía de Agua de Anscombe ha hecho al Consejo Parroquial del pueblo para embotellar y comercializar el agua de un manantial local. Sin embargo, la decisión se complica cuando Agatha descubre el cadáver del presidente de la compañía justo debajo de la fuente. Y mientras se desatan todo tipo de especulaciones, la incombustible Agatha acepta el puesto de relaciones públicas de la compañía con la misión de ofrecer una imagen edificante de la empresa y, de paso, aclarar la misteriosa muerte del señor Struthers.
Agatha Raisin se lía la manta a la cabeza y decide marcharse de Londres para saborear las mieles de una jubilación anticipada en un tranquilo pueblo de los Cotswolds, donde no tarda en aburrirse como una ostra. Desplegar su talento para la alta cocina en el concurso gastronómico de la parroquia tendría que convertirla, por fuerza, en una celebridad. Sin embargo, al primer bocado de su exquisita quiche, el juez del concurso cae desplomado y Agatha se ve obligada a confesar la amarga verdad: la quiche letal era comprada. No hay más que una solución para que la perdonen: meterse en harina y desenmascarar ella misma al asesino.
William Wooler es, a primera vista, un padre y marido entregado. Pero ha estado teniendo una aventura que esa misma tarde ha tenido un horrible final en un motel de las afueras. Cuando regresa a casa, destrozado y enfadado, se sorprende al ver que Avery, su hija de nueve años, ha salido antes de la escuela y pierde los estribos.
Horas más tarde, la familia de Avery comunica su desaparición.
De repente, Stanhope ya no parece un barrio tan apacible. Y William no es el único que esconde una mentira. A medida que los testigos aportan información, que puede o no ser cierta, sobre la desaparición, los vecinos de Avery se muestran cada vez más desquiciados.
¿Quién se ha llevado a Avery Wooler?
Christopher Clay tuvo una infancia difícil. Nacido en Rusia y abandonado por sus padres, fue adoptado por una familia americana con la que se crió en los Estados Unidos. Pero nunca olvidó sus orígenes y regresó a su país convertido en Vasily Federov, un hombre de negocios inmensamente rico, decidido a recolocar a su país en el centro del poder mundial. Frente a él, Frances Coffey, legendaria agente de la CIA y su equipo de agentes especiales. Entre ellos, Aubrey Argylle, cuyo oscuro pasado familiar le capacita para una misión tan peligrosa como sofisticada: localizar, antes que los hombres de Federov, el escondite de un tesoro napoleónico, arrebatado por los nazis y trasladado en secreto a uno de los lugares más recónditos de Europa. Las cartas están echadas, que gane el mejor.
Un ladrón inteligente e ingenioso que cautiva con su carisma y generosidad. Un accidentado robo en un castillo desata la búsqueda de un tesoro mítico. Lupin ha conseguido hacerse con un secreto milenario. Solo el ingenio y la sagacidad del aprendiz de detective, Isidore Beautrelet, podrán desbaratar sus planes. Una nueva aventura del maestro de la novela policíaca francesa, protagonizada por uno de los personajes más camaleónicos y encantadores que ha dado el género.
Isidore Beautrelet, estudiante y detective aficionado, no atrapará a Arsène Lupin. Pero su intervención en los asuntos del ladrón acabará trágicamente para Lupin. En medio de la noche, unos desconocidos desvalijan el castillo del conde de Gesvres. Su secretario resulta muerto y uno de los ladrones, herido. Cuando llega la policía no falta ningún objeto ni pueden encontrar al ladrón baldado que se esconde en la propiedad. Isidore Beautrelet, enigmático estudiante de retórica, se propone desentrañar el misterio. Todo parece llevar la firma de Arsène Lupin.
La inmortal creación de Maurice Leblanc, es el ladrón de guante blanco más célebre de la historia de la literatura. Ingenioso y seductor, Lupin aprovecha su privilegiado intelecto, sus dotes de prestidigitador y su maestría con los disfraces para ir siempre un paso por delante de su perseguidor, el esforzado detective Ganimard.
Un torpedo alcanza el RMS Lusitania frente a la costa de Irlanda y causa la muerte de miles de pasajeros británicos. Hace ya casi un año del inicio de la Gran Guerra y la reacción es inmediata y brutal: el sentimiento antigermánico se exacerba y la violencia colectiva toma las calles. Nadie con apellido alemán está a salvo. En medio de los tumultos en el West End londinense, la sastrería de Jacob Stein es saqueada e incendiada. Todo apunta a la muchedumbre descontrolada, pero cuando el inspector de Scotland Yard Harvey Marmion y el sargento Joe Keedy ven el cuchillo clavado en el pecho del sastre empiezan a sospechar que no se encuentran ante una víctima casual.
Un referente universal. Uno de los casos más famosos de Hércules Poirot.
La novela más popular del mítico detective Hércules Poirot.
En un lugar aislado de la antigua Yugoslavia, en plena madrugada, una fuerte tormenta de nieve obstaculiza la línea férrea por donde circula el Orient Express. Procedente de la exótica Estambul, en él viaja el detective Hércules Poirot, que repentinamente se topa con uno de los casos más desconcertantes de su carrera: en el compartimiento vecino ha sido asesinado Samuel E. Ratchett mientras dormía, pese a que ningún indicio trasluce un móvil concreto. Poirot aprovechará la situación para indagar entre los ocupantes del vagón, que a todas luces deberían ser los únicos posibles autores del crimen.
Una víctima, doce sospechosos y una mente privilegiada en busca de la verdad.