La teoría monetaria de la Escuela Austriaca se remonta a la obra pionera de Ludwig von Mises de 1912, La teoría del dinero y de los medios fiduciarios. En su libro Una crítica a la teoría monetaria de Mises, publicado en Unión Editorial, Juan Ramón Rallo encontró, a su modo de ver, errores en la teoría del dinero de Mises. En su crítica, también introdujo sus particulares puntos de vista sobre la teoría del dinero centrada en la denominada «teoría de la liquidez«, la banca con reserva fraccionaria y la vieja doctrina de las letras reales («Real Bills»). El presente ensayo, contesta punto por punto a Rallo. Defendiendo la teoría monetaria austriaca frente a la muy confusa de Rallo pone en evidencia que los supuestos errores de Mises no son tales y se deben a malas interpretaciones, a la vez que critica con detalle toda la teoría del dinero de Rallo, poniendo al descubierto y evidenciando sus principales errores.
Los economistas se han sentido atraídos desde hace mucho tiempo por la ambiciosa búsqueda de las leyes generales del capitalismo. David Ricardo, por ejemplo, predijo que la acumulación de capital conduciría al estancamiento económico y la desigualdad, a medida que una proporción cada vez mayor de la renta nacional acabase en manos de los terratenientes; Karl Marx siguió sus pasos al pronosticar la inevitable depauperación del proletariado, y Thomas Piketty, en El capital en el siglo XXI, emula a Marx en el título, el estilo expositivo y la crítica del sistema capitalista, proponiendo una audaz teoría de la desigualdad aplicable a todas las economías capitalistas.
La libertad es la idea que subyace a las sociedades occidentales, pero de un tiempo a esta parte su significado se ha desplazado: la libertad es la libertad de las empresas para contaminar, la de las grandes tecnológicas para escapar de cualquier control y la de los políticos para mentir y fomentar la crispación. ¿Cómo hemos llegado hasta aquí? ¿De qué libertad estamos hablando? ¿Y de qué libertad deberíamos hablar?
El experimento neoliberal al que se han entregado las élites en las últimas décadas ha provocado que los mercados sin regular hayan explotado a los consumidores, los trabajadores y el medioambiente. A su vez, la desigualdad resultante ha propiciado la aparición de movimientos populistas que piensan que la libertad es ignorar cualquier responsabilidad que tengamos hacia los demás ciudadanos. Ahora la verdadera libertad política y económica está en peligro.
Con pluma afiliada y apoyado en el trabajo de filósofos contemporáneos, Stiglitz dibuja una nueva manera de considerar el papel del Estado y un modo más profundo y humano de valorar las libertades y decidir qué hacer cuando la libertad de uno choca con la de su vecino. Tenemos que reinventar nuestros sistemas económicos y legales y adoptar formas de acción colectiva que incluyan regulaciones e inversiones, si queremos crear una sociedad innovadora en la que todos podamos prosperar.
La obra magna de Piketty en versión de tira cómica
¿De dónde vienen las desigualdades y por qué persisten? Para responder a estas preguntas, el renombrado economista Thomas Piketty condujo una investigación histórica minuciosa que culminó en su monumental Capital e ideología. Ahora, la periodista económica Claire Alet y el dibujante Benjamin Adam traen la adaptación al cómic del bestseller de Piketty.
En esta versión gráfica teñida de humor, Alet y Adam han concebido una saga familiar en la que la historia mundial de las desigualdades toma la forma de una pequeña historia personal. Jules, el personaje principal, nacido a finales del siglo XIX, encarna al rentista, una figura privilegiada en una sociedad hiperdesigual donde la propiedad es sacralizada. Él, su familia y su descendencia experimentarán la evolución de la riqueza y los modelos sociales. Ocho generaciones se suceden, como un hilo conductor a lo largo de las diferentes épocas, hasta Léa, una joven contemporánea que descubrirá el secreto familiar en el origen de su herencia.
El problema de las relaciones entre capital e interés figura entre los más importantes de la ciencia económica. Dicha materia se cuenta sin embargo entre las menos estudiadas. Capital e interés, obra fundamental como clásico de Eugen von B"hm-Bawerk, es una aportación sustantiva para la revisión y discusión de las teorías que a lo largo de la historia han tratado el tema. Partiendo de la filosofía antigua y de los canonistas, la obra analiza los trabajos de Turgot, Adam Smith, las llamadas teorías incoloras, las teoríaas de la productividad, las del uso, las de la abstinencia, las del trabajo; se detiene extensamente en John Rae y culmina revisando las teorías de la explotación: Sismondi, Proudhon, Rodbertus, Lassalle y Marx. Publicado en alemán en 1884, Capital e interés es un libro esencial para los especialistas. En momentos en los que, como ahora, las tasas de interés constituyen uno de los motores fundamentales de la economía, Capital e interés es una obra imprescindible para todos los estudiosos de este problema.
Las formas tradicionales de ganarse la vida han quedado obsoletas, y cada vez son más los emprendedores que recurren al mundo de los mercados virtuales descentralizados para encontrar nuevas y sorprendentes maneras de generar ingresos.
Chris Guillebeau, autor best seller de The New York Times, explora este nuevo ecosistema en el que la innovación es la moneda de cambio para estos creadores que están reformulando el propio concepto del trabajo. A lo largo de estas páginas conocerás a algunas de las personas que lideran esta revolución financiera, como:
* Un hombre que está ganando una fortuna transmitiendo en directo sus horas de sueño.
* Un adolescente que ganó más de 500.000 dólares ayudando a padres indecisos a elegir el nombre perfecto para su recién nacido.
* Un empleado que cobra dos salarios de seis cifras teletrabajando, a la vez, en dos empresas diferentes.
* Individuos que ganan cientos de dólares al día apostando en todo, desde en elecciones presidenciales hasta en quién será el próximo expulsado del reality de moda.
En este nuevo mundo, cualquier habilidad o conocimiento es susceptible de ser monetizado. Incluso criando cangrejos virtuales en el metaverso es posible ganar dinero y que tu sueldo sea mayor que el de un empleo de oficina a jornada completa.