La obra de Ludwig Wittgenstein constituye un giro radical en la filosofía contemporánea. Centrándose en el estudio del lenguaje, concibió la filosofía como actividad y no como una disciplina teórica. En una primera etapa de su pensamiento, consideró que el lenguaje debía atenerse estrictamente a las leyes de la lógica, mientras que décadas más tarde reelaboró sus propias teorías y se orientó hacia el análisis de la relación existente entre el significado de las palabras y su uso en un contexto lingüístico concreto.
La presente obra ofrece una guía ideal para conocer al filósofo austriaco, cuyas teorías sobre la filosofía del lenguaje, perfectamente definidas, han sido muy influyentes a lo largo del último siglo.
El ser humano es el ser vivo cuya existencia va acompañada de una gran capacidad para "hacerse ser", para manifestarse en los papeles sobreañadidos. A fin de sostener estos papeles, tanto en la vida como sobre el escenario, recurrió al maquillaje o a las máscaras, que proporcionan simulación y disimulo y producen una mímica eficaz. Las máscaras fueron en ocasiones portadoras de soberanía, y en otras, de infamia o de ridículo. Para sujetos con la obligación de dar la cara fueron figuras de auxilio. Las máscaras permitieron que la ocultación y la manifestación actuaran en concierto. Esta recopilación de estudios contiene las páginas recientes sobre "Los poderes de la máscara", que figuraron en el catálogo de la exposición Máscaras, mascaradas, mascarones, celebrada en el museo del Louvre en 2014.
Esta obra constituye una de las primeras introducciones a la nueva rama de la filosofía centrada en aplicar conceptos de información para afrontar problemas ontológicos, epistemológicos y éticos. Liderada por el filósofo italo-británico Luciano Floridi, la filosofía de la información ha surgido en las últimas décadas como un intento de incorporar los efectos de la revolución digital a los métodos y temáticas de las que se encarga el pensamiento filosófico. ¿Qué es el significado? ¿Cómo obtenemos conocimiento de la realidad? Desde principios de los años cincuenta del siglo pasado hasta la actualidad, Rudolf Carnap, Yehoshua Bar-Hillel o Fred Dretske, entre otros, han buscado emplear nociones informacionales para intentar responder a estas cuestiones.
La digitalización avanza inexorablemente. Aturdidos por el frenesí de la comunicación y la información, nos sentimos impotentes ante el tsunami de datos que despliega fuerzas destructivas y deformantes. Hoy la digitalización también afecta a la esfera política y provoca graves trastornos en el proceso democrático. Las campañas electorales son guerras de información que se libran con todos los medios técnicos y psicológicos imaginables.
Los bots las cuentas falsas automatizadas en las redes sociales difunden noticias falsas y discursos de odio e influyen en la formación de la opinión pública. Los ejércitos de trolls intervienen en las campañas apuntalando la desinformación. Las teorías de la conspiración y la propaganda dominan el debate político. Por medio de la psicometría y la psicopolítica digital, se intenta influir en el comportamiento electoral y evitar las decisiones conscientes. El nuevo ensayo de Byung-Chul Han describe la crisis de la democracia y la atribuye al cambio estructural de la esfera pública en el mundo digital. También le da un nombre a este fenómeno: infocracia.
Sagaz, provocador y ambicioso como acostumbra, Žižek explora en este libro los intersticios entre campos del saber, el vacío entre la filosofía, el psicoanálisis y la crítica de la política económica. El título está tomado de una de las obras tardías de Samuel Beckett, y le sirve al autor para indagar en las conexiones entre la sexualidad y la economía con los instrumentos del marxismo y el psicoanálisis lacaniano.
La sexualización y la abolición de la sexualidad; el progreso tecnocientífico y el capitalismo globalizado; el falo y lo prohibido; lo poshumano y lo transgénero; el fetichismo y la perversión capitalista; el sujeto y el objeto; el sadismo, el masoquismo y la dominación económica… son algunos de los temas que asoman en estas páginas. En ellas, el filósofo maneja, como suele hacer, un amplio repertorio de referentes variopintos, que van desde Kant, Kierkegaard, Deleuze y Sade hasta Lenin, Stalin y Mao, pasando por Wagner, Tarkovski u Orson Welles.