La «Historia del pensamiento» de Jesús Mosterín está integrada por libros monográficos autónomos que se caracterizan por la frescura de la mirada, el enfoque interdisciplinar, la relevancia actual, la lucidez del análisis y la claridad de la exposición. En su conjunto, la serie ofrece una panorámica única y completa de la evolución de las ideas filosóficas, religiosas, científicas y políticas, situadas en su contexto social. El volumen dedicado a Aristóteles trata monográficamente del más famoso e influyente de los filósofos, un sabio de inteligencia serena y raro sentido común, fundador de casi todas las disciplinas filosóficas. Tras un capítulo inicial que narra su vida, el resto del libro presenta los diversos aspectos de su obra: la poética, la retórica, la dialéctica, el lenguaje, la lógica formal, la ciencia, el cambio, la cosmología, la zoología, los principios, la ontología, la teología, la ética y la política.
La periodista y crítica de arte Laura Revuelta indaga en las claves para entender por qué un plátano pegado a la pared con cinta aislante expuesto en un museo, cuya foto da la vuelta al mundo, puede llegar a subastarse por cifras millonarias pese a que casi todos se ríen de él.
Esta obra de Maurizio Cattelan es heredera directa del urinario con el que Marcel Duchamp nos sorprendió el siglo anterior. Ya es hora de dar réplica a la manida frase de «esto lo haría mi hijo», a la que un avispado creador una vez contestó con: «El arte contemporáneo son los padres».
Arte parece, plátano es se propone bajar el arte contemporáneo de su pedestal de esnobismo y acercarlo al público para que se ría con él y no de él. O, al menos, para que sepa de qué nos reímos exactamente, y nadie se quede con cara de tonto.
En sus páginas no sé da nada por sentado y se repasan y explican algunos de los principales acontecimientos de estos veinticinco años: desde la primera cancelación de Picasso por sus comportamientos machistas hasta la aparición de los NFTS y la Inteligencia artificial.
Revuelta no se olvida de creadores fundamentales que siguen muy vivos, como Duchamp y Warhol, de otros que dan que hablar aunque no pasen por su mejor momento, como Damien Hirst y de quienes han producido las imágenes más icónicas de lo que llevamos de siglo (Yayoi Kusama, Alicia Framis, Banksy…). En ese deseo de no dejar ningún charco sin pisar, también se zambulle en temas tan controvertidos como la decolonización de los museos o al activismo climático que pone en el foco mediático las grandes obras.
Obra capital de Friedrich Nietzsche, Así habló Zaratustra recrea los trabajos y las palabras del profeta persa Zaratustra en el momento en que desciende de las montañas para revelar ante el mundo que Dios ha muerto y que el Superhombre ha de ser su sucesor. Con un discurso de gran intensidad que combina la ética, la narración y la poesía, Nietzsche sostiene que el sentido de la existencia no se encuentra en las viejas ideas religiosas ni en la sumisión a los amos, sino en una fuerza vital todopoderosa que puede identificarse con una nueva forma de ser libre.
La presente edición, a cargo de Fernando Pérez-Borbujo Álvarez, experto en el autor y profesor de filosofía de la Universidad Pompeu Fabra, cuenta con una magnífica introducción sobre la vida y obra de Nietzsche y un aparato de notas que ayuda a la cabal comprensión del texto.
Ralph Waldo Emerson, fue uno de los padres fundadores de la regeneración de la literatura americana del siglo XIX, y junto a David Thoreau o Walt Whitman, desarrollaron la filosofía del trascendentalismo: un nuevo pensamiento místico y pragmático que puso toda su confianza en el ser humano como individuo y creyó en la intuición y la integridad de uno mismo como fuente de sabiduría.
Autómatas espermáticos es una delirante narración que transcurre esencialmente en la mente de Osmodiar, personaje cuyo hastío y desasosiego existencial nos conducen a una lúcida metafísica del "estar-hasta-los-güevos" de la cotidiana, implacable y en ocasiones divertida batalla de la existencia. Su ontología del asco diario lo lleva a desentrañar de manera punzante aquello que nunca ha soportado, pero sin lo cual le sería imposible saber dónde terminan él y su conciencia y dónde empieza 'lo otro': el mundo mismo y los seres que lo pueblan. Pero se trata aquí de una extensa concepción del mundo que se permite incluir la velada pero firme presencia de potencias que se inscriben en el orden de lo divino y lo sagrado, y que inciden de manera definitiva en los asuntos humanos, sin importar el que los hombres quieran (puedan) reconocerlas o no.
Existe la opinión generalizada de que España no tiene una filosofía propia, cuando lo cierto es que lo mejor de la filosofía española se encuentra diseminado en su literatura. Prueba fehaciente de ello es Baltasar Gracián, «padre de filósofos», como lo llamó Schopenhauer. En un mundo carente de orden y sentido como el Barroco, el jesuita aragonés proporciona todo un arte de saber vivir, una antropología existencial del hacerse persona que se funda en la autoafirmación personal. ¿Cómo se llega a ser lo que se es? He aquí el leitmotiv de toda la obra graciana: la filosofía como manual de comportamiento en tiempos de crisis. El hombre prudente de Gracián aspira a crear sentido en medio del «sin-sentido», y hacerlo con medios humanos (como si no hubiese divinos), con la sola fuerza de su agudeza y de su ingenio. Si bien es cierto que el héroe graciano no está solo: su soledad es una soledad compartida. Por eso todo proyecto de realización personal debe hacerse valer en el gran teatro del mundo. La actualidad de Gracián no se agota en el largo siglo xvii, y no es casual que su obra haya logrado saborear las mieles del éxito en Wall Street.