"La gaya ciencia [es] el más personal de todos mis libros", le escribía Nietzsche a Paul Rée a finales de agosto de 1882. Poco antes (a mediados de julio de 1882), en una carta a Rohde comentaba: "Este libro es un retrato mío". Sin duda, Así habló Zaratustra tendrá siempre para Nietzsche un carácter especial, pero no será ya tan personal como la esperanza que se expresa en La gaya ciencia. Por eso, podrá seguir diciendo en el último año de vida lúcida que "los libros que me son más simpáticos son los intermedios, Aurora y La gaya ciencia (son los más personales)". El carácter personal de La gaya ciencia está íntimamente ligado a la experiencia de una curación, a la gratitud con la que se vive la convalecencia. Como dice el prólogo a la segunda edición, la obra nace como la gran fiesta de un espíritu que ha experimentado durante largo tiempo una gran presión, resistiéndola pacientemente, sin someterse, pero al mismo tiempo sin esperanza.
En un mundo saturado de neoliberalismo, ¿qué lugar puede ocupar el teatro? ¿Qué actitud debe asumir el actor ante un texto y cómo debe traducirlo al escenario? Estas son algunas de las preguntas que han ocupado a Jorge Eines durante más de 50 años de experiencia en la escena teatral; el presente libro es un intento de darles respuesta. Frente a las corrientes del teatro clásico, que desde siempre han rendido un culto especial a la palabra, al texto como elemento que rige toda la puesta en escena, Eines propone el cuerpo como vertebrador esencial de todo proceso teatral. Si bien el origen de la obra está en la palabra, es el cuerpo, y no la mente del actor, quien debe interpretarla y volverla carne. Para lograrlo, es esencial desarrollar un proceso técnico cuidado que permita al actor trabajar el texto en el ensayo, espacio que, para Jorge, es de absoluta importancia, pues permite llegar a nuevas formas.
Este libro es un valioso recurso para aprender más de la persona de Cristo y a la vez aprender de la geografía histórica para poder entender mejor las Escrituras.
Esta obra es para todo el que anhele ahondar en los conocimientos de la Palabra de Dios y entender mejor las repetidas referencias que hace a su pueblo de diferentes formas.
En 2016 sucedía algo impensable: Donald Trump se alzaba con la presidencia de Estados Unidos. El candidato del Partido Republicano llegaba al Despacho Oval gracias a un equipo de personajes sin escrúpulos que utilizaría el espionaje masivo, el potencial de las redes sociales y las cloacas de internet para convencer a un electorado golpeado por la crisis económica y la falta de expectativas.
Casi al mismo tiempo, un enigmático cibernauta que respondía al nombre en clave de «Q» comenzó a difundir la existencia de una gran conspiración orquestada por los demócratas para socavar los planes del nuevo líder. Entre los millares de seguidores de aquel «ciudadano anónimo» se dan la mano conspiracionistas de todo tipo, desde defensores del terraplanismo a negacionistas del coronavirus, de milicianos de extrema derecha a telepredicadores, agoreros y ex militares. Las proclamas de aquel «patriota en la sombra» y otros miembros de la «derecha alternativa», y las declaraciones de un Trump que no aceptó la derrota en las siguientes presidenciales, crearon un estado de crispación que desembocó en el asalto al Capitolio en enero de 2021. Un año después, Joe Biden no ha conseguido unir a los estadounidenses.
El fracaso de sus políticas ha fortalecido de nuevo a Trump: dos de cada tres votantes republicanos creen que le robaron las elecciones. Los «cibersoldados» de Q se cuentan por millares y están dispuestos a obtener el poder a cualquier precio. En estas páginas veremos cómo algunas teorías de la conspiración, las fake news y la historia alternativa fortalecen el discurso del odio, la polarización y la intolerancia, y pueden poner en peligro la supervivencia de la democracia.
«A gran duda, gran despertar; a mínima duda, mínimo despertar; ninguna duda, ningún despertar».
Boshan fue un relevante maestro zen de la dinastía Ming en China. En sus Exhortaciones se centra en la importancia e inevitabilidad de la gran duda, considerándola fundamental en la práctica zen. En su texto, da consejos útiles a los practicantes, señalando errores comunes, a la vez que orientaciones claras sobre cómo evitarlos. El maestro escribe con un estilo directo y anima al lector a profundizar en su práctica , que realizada de manera genuina, hará surgir la duda y, a través de ella, logrará el gran despertar. Jeff Shore enriquece el texto de Boshan con comentarios que arrojan luz a sus escritos, contextualizándolos y demostrando que la esencia de la tradición zen sigue viva. La gran duda es el núcleo de la tradición zen y este libro será de gran utilidad para practicantes de todas las escuelas.