Parece razonable que la Jurisprudencia se principie a tratar por el fin para que haya sido establecida y por el objeto en que se versa. Así pues, instituida para gozar de la justicia, y ejercitándose esta en la interpretación y aplicación del derecho; Justiniano adecuadamente antepuso el tratado de la justicia, como fin próximo de nuestro arte, y también el del Derecho, su origen y especies. Dando la justicia a cada uno lo que es suyo, y perteneciendo unos derechos a la facultad y otros a la capacidad. Por esto no es necesaria aquella división vulgar de la justicia en universal y particular, de las cuales se dice consistir la primera en el ejercicio de todas las virtudes hacia los demás; y la segunda en la abstinencia de un desmedido deseo de lucro. De la fuente de la justicia emana el derecho. Los antiguos consideraron este derecho de dos maneras, uno establecido por la razón natural, y de aquí observado por todos igualmente, y otro introducido por el uso y las necesidades humanas. De donde los Doctores llaman primario aquel, y secundario al último.
No existe hasta la fecha una edición de los veintisiete libros del Nuevo Testamento meramente histórica, efectuada con criterios estrictamente académicos, no confesionales, sin ninguna tendencia religiosa previa. La correcta comprensión de textos escritos hace casi dos milenios exige una labor explicativa basada en conocimientos literarios e históricos, no solo teológicos. Contemplar los libros del Nuevo Testamento con nuevos ojos tras el mismo tratamiento crítico deparado a cualquier otro texto de la Antigüedad grecolatina presenta a menudo un sentido diferente y más interesante si cabe. Esta mirada sobre los libros del Nuevo Testamento se sustenta en una cuidada traducción acompañada de amplias introducciones y notas, que tienen como objeto cubrir todas las dimensiones filológicas, literarias, históricas y religiosas relevantes para comprender los textos en el marco de su transmisión, con las variantes textuales más importantes, aclaración de vocablos y conceptos y exposición de problemas interpretativos o discusiones sobre la historicidad de dichos y hechos. La búsqueda de la máxima objetividad va unida al deseo de que el lector, tras hacerse una idea de las opiniones diferentes expresadas en el comentario, se forme la suya propia independiente de la de los autores.
«Antonio Piñero hoy en día es reconocido como uno de los principales expertos del Nuevo Testamento a nivel mundial». (ABC)
«El filólogo Antonio Piñero es uno de los grandes referentes mundiales en cristianismo primitivo». (Faro de Vigo)
«La publicación de una nueva traducción al español comentada de los Evangelios que ha culminado el erudito Antonio Piñero junto a un equipo de colaboradores marca un punto y aparte, un cambio de paradigma que no debiera pasar desapercibido».
Cumbre del genio de Tréveris, El Capital es, sin duda, el texto más influente de la época contemporánea. Publicado a lo largo de casi treinta años, desde 1867 hasta 1894, el autor sólo pudo ver en vida el primer volumen esta obra arrolladora, fascinante e imposible que construye un entramado teórico que sigue siendo imprescindible y clave para comprender el mundo capitalista pasado y presente, así como, desde luego, su futuro. Lectura ineludible y atemporal, la presente edición conmemorativa, traducida directamente del original alemán y cotejada con las más prestigiosas traducciones internacionales, incluye tres textos que, de la mano de César Rendueles, Slavoj Žižek y Elizabeth Duval, ofrecen nuevas perspectivas de lectura.