Una voz combativa y franca, sin barreras, que habla de «la tierra que duele, el viento que llora cuando se muere de frío, la mera existencia cuando te deja de pertenecer».
De furia y miel, es el resultado de varios años de trabajo, con un ambicioso abanico temático que subyugará a los lectores, especialmente a las jóvenes que se reconocerán en su subjetividad más combativa, más fresca y desenfadada: sin cortapisas despliega un enfoque femenino de la realidad de los cuerpos, las rutinas del amor y del trabajo, la vida que nos enaltece o nos hunde según el tiempo que nos toca vivir. Aquí aborda desde su particular y intuitiva voz poética: «el dolor que me reconoció en mis peores noches, los intentos en los que fracasé y todas y cada una de las veces en las que se me cerraron las puertas y me dijeron que no».
«Con el estado de ánimo de quien reconoce que la vida ha sido amable con uno y sabiendo que sería un desagradecido si no reconociera que, hasta ahora, los momentos placenteros han superado con creces a aquellos otros dominados por la amargura y la desesperación, me encuentro, con noventa años a las espaldas y en un siglo distinto a aquel en que nací, en condiciones de reflexionar sobre la persistencia de ciertas imágenes en la retina. Esas imágenes me han acompañado para recordarme que sí hay una respuesta a las grandes preguntas:¿De dónde vienes y adónde vas? Vengo de allí, de la guerra. Voy allá, hacia la muerte, y, entre medias, la vida de cada día».
«De joven fui de izquierdas, pero luego maduré» es la frase en la que Toni Cantó plasma la profunda desilusión de un verdadero converso. A través de un repaso de su propia biografía -su paso época como modelo profesional, la movida madrileña, su exitosa carrera de actor y presentador de televisión, sus inicios como diputado y su actual actividad en la política-, el autor analiza el camino vital e intelectual que lo ha llevado desde la izquierda a la derecha. El resultado es este libro, sincero y no menos polémico, con el que muchos se sentirán identificados, y que trata temas como la justificación de la violencia, la censura, la superioridad moral, el nacionalismo y la cursilería en política. Sin medias tintas, estas memorias son un verdadero aporte para la discusión y una defensa de los valores de la libertad.
«En mi habitación pegué un póster del Che Guevara. Y en el radiocasete ponía a Lluís Llach y cantaba los coros de L'estaca. Miraba mal a los curas y a las monjas. Hablaba de la sanidad cubana y del arte ruso sin conocerlos... El capitalismo era el infierno y Estados Unidos, el demonio; pero yo quería un walkman, el Levis de etiqueta roja y soñaba con visitar algún día Nueva York».