A lo largo de la Historia muchos han sido los planes ocultos diseñados para desalojar a alguien del poder, adquirirlo, cambiar el orden establecido, entrar en guerra o incluso, simplemente, formar parte de un grupo selecto que tiene el privilegio de saber la única verdad. No siempre distinguir lo verdadero de lo falso es sencillo y la información siempre será poder.
En esta colección de textos a la vez desgarradores y estimulantes Rob Wallace rastrea las formas en que la gripe y otros patógenos emergen de una agricultura controlada por corporaciones multinacionales. Con un ingenio preciso y radical yuxtapone fenómenos espantosos, como los intentos de producir pollos sin plumas, con viajes en el tiempo microbianos y el ébola neoliberal. También ofrece alternativas sensatas al agronegocio letal. Algunas, como las cooperativas agrícolas, el manejo integrado de patógenos y los sistemas mixtos de cultivos y ganado, ya están fuera de la red de los agronegocios. Muchos libros hablan sobre los alimentos o los brotes infecciosos, pero éste es el primero en explorar enfermedades infecciosas, agricultura, economía y la naturaleza de la ciencia juntas.
«Dado que el derecho no es una ciencia exacta, todos los posicionamientos jurídicos son defendibles. A lo largo de este libro veremos veredictos que nos parecerán totalmente incomprensibles desde nuestras concepciones sociales y otros, totalmente afines a estas. Con ello pretendo hacer comprender que muchos de los principios fundamentales del derecho que creemos eternos e inviolables realmente son fruto de la concepción social y de la doctrina de la época concreta en que se aplican. Y no quiere ello decir que sean más o menos acertados o correctos. Simplemente son el fruto de la sociedad y el derecho de su tiempo. El mejor principio es el que sirve para alcanzar la paz social del momento en el que se aplica. Pero esto solo es una opinión personal».