«Lo quiero todo de la vida, quiero ser mujer y quiero ser hombre, quiero tener muchos amigos y gozar de la soledad, quiero trabajar mucho y escribir buenos libros, quiero viajar y pasarlo bien, quiero ser egoísta y quiero ser generosa», dijo Simone de Beauvoir en una carta a su amante Nelson Algren. Desde su infancia, en una época en la que a las mujeres no se les permitía estudiar, votar o elegir su profesión, hasta convertirse en una de las pensadoras más influyentes de todos los tiempos, Simone se embarcó con pasión en la gran aventura de ser ella misma. La filósofa y escritora existencialista, que se declaró comunista y atea, que formó con Sartre una pareja mítica, pero que decidió no casarse ni tener hijos, y que trató de entender qué significa ser mujer, sigue siendo un icono incontestable del feminismo y una fuente de inspiraciónpara una legión de lectoras. Las premiadas Julia Korbik y Julia Bernhard retratan a la autora de El segundo sexo como hija, amiga, amante: una intelectual que lo quiso todo de la vida y exploró como nadie lo había hecho antes en la condición femenina, la sexualidad, la libertad y las distintas maneras de amar.
SIMONE WEIL (1909-1943) suscitó en vida tanta admiración como feroces antipatías, y después de muerta empezó a ser leída y estudiada con fascinación por un público cada vez más numeroso. Escritora y polemista ecléctica e incansable, crítica ferviente del estalinismo desde la izquierda, dispuesta a experimentar en primera persona el trabajo en la fábrica e incluso la realidad del frente en la Guerra Civil española, participante activa en la resistencia francesa desde el exilio... hasta su muerte con apenas treinta y cuatro años, en plena Segunda Guerra Mundial. En estas páginas, Michela Nacci nos guía por las fases cruciales de la vida y del pensamiento de Simone Weil y desgrana las claves del complejo y cambiante ideario social y político de una intelectual sin parangón en la turbulenta primera mitad del siglo XX, y a la que se ha definido de todas las formas posibles, desde revolucionaria y feminista sans le dire hasta paladín antimoderna y mística religiosa. La colección MUJERES Y PENSAMIENTO POLÍTICO ofrece una serie de estudios dedicados a pensadoras y teóricas de la política, fruto de recientes investigaciones confiadas a estudiosas y estudiosos de la disciplina, con el objetivo de paliar la falta de reconocimiento femenino en el canon del pensamiento político contemporáneo.
Cuando solo tenía once años perdí a mi madre. Eso me convirtió en una mujer rebelde e independiente siendo todavía una niña, y me tocó enfrentarme a cosas a las que nadie debería afrontar a esa edad. Mi infancia fue difícil, pero también viví una emocionante y trepidante juventud.
Empecé a trabajar en la radio, donde conocí a José Manuel Parada. Nos enamoramos y nos mudamos a una Barcelona moderna, que vivía unos años convulsos pero que era la puerta a Europa. Estaba llena de artistas y gente con nuevas ideas, diferente a la que yo había conocido en Madrid y en Galicia cuando era una niña y una adolescente. Allí comencé a trabajar en la prensa del corazón, de la que me enamoré y sigo estando muy orgullosa. Durante aquellos años setenta, experimenté y aprendí a vivir en libertad, a pesar de que la dictadura franquista todavía no había terminado. Fue en esa época cuando descubrí que podía amar a quien yo quisiera, independientemente de su género.
En un curioso giro del destino, me enamoré de la persona más insospechada. Ahora estamos casadas y llevamos más de treinta años juntas. He entrevistado a importantes artistas que luego se han convertido en amigos, como Bárbara Rey, Borja Thyssen, Carmen Cervera, Isabel Pantoja y un largo etcétera. Con mi salto a la televisión, mi popularidad creció. He vivido muchas cosas, pero no fue hasta que participé en el reality Supervivientes durante once semanas que conseguí reconciliarme conmigo, con mi historia y con los demás bajo una preciosa noche estrellada.