A mediados del siglo XVI el rey Juan III ofrece a su primo, el archiduque Maximiliano de Austria, un elefante asiático. Esta novela cuenta el viaje épico de ese elefante llamado Salomón que tuvo que recorrer Europa por caprichos reales y absurdas estrategias.
El viaje del elefante no es un libro histórico, es una combinación de hechos reales e inventados que nos hace sentir la realidad y la ficción como una unidad indisoluble, como algo propio de la gran literatura. Una reflexión sobre el sentido de la vida humana, con sus afanes, desvelos y ambiciones, con su irremisible final, en la que el humor y la ironía, marcas de la implacable lucidez del autor, se unen a la compasión con la que José Saramago observa las flaquezas humanas.
Los monstruos existen, pero no como los imaginamos. Se camuflan entre la gente utilizando la ropa y el maquillaje para ocultar su naturaleza. El narrador de este libro es uno de ellos. Sufre una grave enfermedad de la piel que le lleva a evitar las playas y la ropa de verano y se ve reflejado en las vidas de otros monstruos con su mismo mal.
La piel humana es el órgano más extenso del cuerpo y es también nuestra presentación ante el mundo. La piel delata la raza, la edad, la experiencia y hasta el carácter de cada uno. La piel nos aísla y a la vez nos comunica con los demás.
Muchos nombres conocidos han sufrido una vida condicionada por la mala piel —Stalin y el narco Escobar, los escritores Updike y Nabokov, la cantante Cyndi Lauper y algún personaje de Scorsese desfilan por estas páginas— y sus peripecias, junto a las del narrador, nos hablan de imagen y cosmética, de nuestra sociedad hipermedicalizada, y de racismo o clasismo. En suma, de una experiencia muy humana: el miedo a que nos vean como de verdad somos.
En Vida de este chico, Tobias Wolff narra sus recuerdos de niño y adolescente, cuando, divorciados sus padres, recorría con su madre con la que formaba una auténtica «pareja telepática» las carreteras de Estados Unidos de un lado a otro del país.
Toby o Jack, como le gusta llamarse a sí mismo en homenaje a su adorado Jack London absorberá entre mapas, whisky, peleas a puñetazos, amistades y traiciones, la esencia de esa América de los años cincuenta que marcará irremediablemente su juventud. Una juventud con toques minimalistas y dickensianos a un tiempo y que sirve aquí a su autor para trazar con humor y ternura el retrato de un tiempo pasado en el espejo de su propia imagen.
"El zoo de cristal" es una declaración de intenciones. El teatro no puede ni debe ser una sucesión de diálogos y acotaciones. Una pieza dramática es la obra de arte más completa, pues en ella intervienen los más variados lenguajes. La pieza, más allá de valoraciones caducas, es un prodigio de teatro plástico. Por su parte, "Un tranvía llamado Deseo" es un clásico de la dramaturgia occidental. Como todo clásico, nunca ha tenido más vigencia que en estos momentos. Cuando Blanche le pide a su hermana Stella que no se quede atrás con las bestias y afirma que Stanley no puede ser la "solución", habla en nombre de una humanidad asediada por la brutalidad, la intolerancia, los atavismos y la mediocridad más ramplona; es decir, habla en nombre de todos nosotros.
Vuelve el autor del bestseller La cadena con un thriller del que no podrás huir. Bienvenidos a la isla.
Heather ha logrado cambiar de vida: se ha casado con Tom, un joven y brillante médico viudo con dos hijos. Cuando su marido recibe una invitación para asistir a un congreso en Australia, deciden que la familia al completo lo acompañe para afianzar la relación entre Heather y los hijos adolescentes de Tom y lograr que la nueva familia funcione. Pero las que iban a ser unas idílicas vacaciones acabarán tomando un rumbo muy distinto.
Sin duda, Francis Scott Fitzgerald (1896-1940) se cuenta entre los escritores estadounidenses más importantes del pasado siglo, y no solo por su estilo impecable, divertido y poético (aunque siempre accesible), sino por la sagacidad con la que supo reflejar en sus textos el espíritu y la idiosincrasia de su época. Este volumen recoge veintidós de los mejores ensayos que Fitzgerald publicó a lo largo de su carrera como colaborador en prensa y en revistas literarias, cuatro de ellos traducidos al castellano por primera vez. A lo largo de sus páginas, el autor habla de sí mismo y sus contemporáneos, sus inquietudes, sus problemas y su tiempo, así como de los míticos espacios y ciudades que le tocó recorrer, desde las urbes inundadas de jazz y de luz de los felices veinte hasta los años prebélicos de la más dura y agria década de 1930.
Kirsten está en el último curso de bachillerato. Es el momento de decidir su futuro. Pero ¿cómo puede avanzar si todavía no ha superado un trauma del pasado que le provoca ansiedad e inseguridad?
Tras tocar fondo, Kirsten se encuentra con un desconocido que decide ayudarla. Ella teme conocerlo, él quiere saberlo todo sobre ella, pero sus paseos se convertirán en un lugar seguro donde se sentirán libres para compartir lo que no son capaces de hablar con nadie más.
Faltan tres días para Semana Santa y, mientras Siglufjordur se llena de turistas ansiosos por disfrutar de las magníficas pistas de esquí de la zona, el cuerpo sin vida de una joven es hallado en la calle principal. El comisario de policía Ari Thór deberá ocuparse de un caso que se complica a pasos agigantados y que lo llevará hasta una residencia de ancianos en la que se han descubierto una serie de misteriosos mensajes. ¿Tienen algún tipo de conexión con la chica asesinada? Mientras, una tormenta se acerca a gran velocidad y cobra más fuerza de la prevista: se produce un apagón y Siglufjördur queda completamente aislado del resto del mundo. En la oscuridad más extrema, Ari Thór deberá perseguir a un culpable que escapa una y otra vez, mientras intenta juntar las piezas de una investigación que sacará a la luz una verdad que no dejará a nadie indemne.
El viaje de Marco Polo a los confines del continente asiático fue la mayor aventura fabulosa de la Edad Media. Y es que de «fábula», cuando no de invención embustera, la trataron los contemporáneos cuando la leyeron. En este libro, Marco Polo nos muestra un abanico de «rarezas» maravillosas que conoce en su interacción con los mongoles y los chinos. Relata las costumbres del mundo oriental; nos describe y conduce por los paisajes silenciosos del Pamir, los verdes valles de Afganistán o las noches en los contrafuertes del Tíbet; y nos acerca a sus cuentos y leyendas, muchos de los cuales aparecerían en «Simbad el Marino» y en «Las mil y una noches». Estas memorias son, ante todo, recuerdos y apuntes sobre las tierras recorridas, más que testimonio de actividades propias; Marco Polo entonces no es un protagonista, sino que se convierte en testigo de lo que refiere, regalándonos un viaje maravilloso.