Merecedora del Premio Goncourt en 1984, esta célebre novela autobiográfica narra, con la intensidad del deseo, la historia de amor entre una adolescente de quince años y un acaudalado heredero chino, doce años mayor que ella, que se desarrolla en Sadec, Saigón y otros escenarios de la Indochina colonial. La protagonista, bellísima, que reside en un pensionado y cruza todos los días en autocar y transbordador un brazo del Mekong para ir al instituto, no es otra que la propia Marguerite Duras, quien rememora su singular historia, los inicios, sus encuentros con su amante, los sentimientos que la desgarran, así como su infancia y las tensas relaciones que unen y desunen a su peculiar familia, y que prematuramente grabaron en su rostro los implacables surcos de la madurez.
Dotado de un talento increíble para contar historias, Ferdinand von Schirach se ha convertido en uno de los escritores más queridos de la literatura europea actual. Desde la aparición de Crímenes y Culpa, dos colecciones de relatos que provocaron una fuerte sacudida en el panorama editorial, todas sus novedades son saludadas con elogios fervientes por parte de lectores y críticos. En Café y cigarrillos, su obra más personal y emotiva, un Von Schirach pletórico se mueve como pez en el agua entre los sinuosos pliegues que anudan la realidad con la ficción.
Ingeniosa combinación de revelaciones autobiográficas y perspicaces detalles sobre la realidad circundante, las cuarenta y ocho piezas breves de Café y cigarrillos, con una rica variedad de temas y enfoques narrativos, forman un auténtico mosaico literario en el que lo privado y lo público se entrelazan y reflejan mutuamente. Entre bocanadas de humo reales o imaginadas, Ferdinand von Schirach aborda, con altas dosis de ironía y humor, experiencias y encuentros formativos, fugaces momentos de dicha, soledad y melancolía, desarraigo y añoranza del hogar, así como agudas apostillas sobre el arte, la cultura, la sociedad… y, por supuesto, el tabaco. Y todo eso sin dejar de lado su máxima peculiaridad: su condición de hombre jurídico, construida a partir de reflexiones teóricas --lo mismo sobre la idea del derecho y la dignidad del hombre que sobre los logros y el legado de la Ilustración-- y abundantes vivencias, un universo que forma el meollo de su creación y que ha hecho de él un escritor inimitable en el panorama literario mundial.
La carrera de Nora Mackenzie está en manos de Derek Pender, estrella de la NFL y, casualmente, su ex. Lo cierto es que Nora no dejó la relación con tanta elegancia como podría haberlo hecho, y ahora el karma ha hecho que Derek sea su primer cliente como agente.
El plan de Derek es sencillo: piensa hacerle la vida imposible a la primera chica que le rompió el corazón. Sin embargo, con lo que ninguno contaba era con despertarse después de una noche loca en Las Vegas en la misma cama... y casados. Ahora que han roto todas las normas que habían impuesto entre ellos, ¿será este el accidente que salve sus carreras o el inicio del amor de sus vidas?
Virginia no conoció a su padre, Peter Tangvald, más que por los libros que él publicó y los reportajes que protagonizó. El legendario aventurero noruego pasó su vida surcando océanos a bordo del velero que construyó, desafiando los elementos y las convenciones. Casado siete veces, perdió a dos de sus esposas en misteriosas circunstancias, antes de naufragar con su hija Carmen, de ocho años, en las Antillas en 1991. Único superviviente de la tragedia, su hijo Thomas adoptó el mismo estilo de vida errante hasta desaparecer a su vez en el mar sin dejar rastro. La autora también nació a bordo de aquel barco, sin recuerdos de ese padre, carismático y peligroso, del que su madre Florence, la séptima esposa, huyó cuando Virginia era apenas un bebé. Obsesionada por descubrir quién era en verdad, inicia una investigación para tratar de reunir todas las piezas de una historia de libertad sin límites. Sin embargo, a medida que se acumulan las revelaciones y las muertes, descubre que su padre no es ese héroe al que había idealizado.
La distancia que toma Loriga respecto de lo narrado, su sentido de humor y la ligereza para hablar de lo poco importante que es creerse importante son esenciales para recomendar su lectura".Carlos Zanón, La Vanguardia
"El mundo, es bien sabido, no es más que una emboscada".
El narrador de esta historia despierta en una cama que no reconoce en una habitación que no siente propia. Está amaneciendo y no sabe dónde está, ni que le impide levantarse, le cuesta abrir los ojos e identificar los ruidos y las voces que llegan desde el exterior. En su duermevela, trata de engarzar un recuerdo con otro hasta componer un mosaico en el que solo una constante parece anclarlo a la realidad: la relación que le une a Elisa y Tim.
Desaparecerán las incómodas obras que han llenado de agujeros las calles. En su casa, es posible que pueda cerrarse la grieta que separa a sus padres desde hace tiempo, provocada por los problemas económicos y el desamor. Y será un día en el que ella, por fin, pueda ser la protagonista. Sin embargo, unos meses antes, en enero de 2005, todo a su alrededor se viene abajo. Una muerte y un abandono dejan a esa niña y a su madre a la intemperie en el instante en que se abr e un socavón que engulle parte del barrio y cambia para siempre la historia del Carmelo.
Tejiendo realidad y ficción, Maria Roig nos ofrece un emocionante relato que es al tiempo personal y colectivo, íntimo y político.
Y las cantó con esa misma voz que yo oía con devoción cuando era un niño, con esa bendita voz que tantas veces nos ha puesto la carne de gallina. Parece una tontería, pero pensé: ¡es Serrat!».
Jordi Soler recibió un mensaje de Joan Manuel Serrat en el que le hablaba de un pájaro de plumaje esponjado y nombre imposible que el novelista menciona en una de sus ficciones. ¿Es real o imaginado?, le pregunta el compositor. Es imaginado, confirma el autor. Y Serrat le propone inventar juntos una canción sobre él, de ambiente selvático y llena de color.
Este libro narra la increíble historia del proceso de escritura colaborativa, y, sobre todo, cómo se consolida una amistad a través de la literatura. Aquí están los temores del escritor, el vértigo ante la aventura junto a un músico que es un referente sentimental no solo para él sino para varias generaciones en España y América Latina. Pero también encontramos la generosidad del músico que pone su sabiduría al servicio de una obra conjunta. Y uno se cree es un relato honesto, revelador y lleno de humor sobre el arte de crear, y también la historia de una canción que nunca llegó a ser.
Roma, 1960. Mientras un Andre Aciman adolescente observa el puerto de su nueva ciudad, su madre se preocupa por el equipaje: treinta y dos maletas y baúles que contienen todo su mundo. Acaban de llegar a Italia desde Alejandría, hogar que han tenido que dejar atrás. Su padre sigue en Egipto y ahora Andre es el cabeza de familia. Solían tener una buena vida, pero todo vestigio de su estatus se ha esfumado tras su huida.
El autor, su hermano pequeño y su madre se mudan a un apartamento de la capital italiana que justo antes de su llegada se usaba como burdel. Mientras buscan la manera de encontrar su sitio en la ciudad, el autor se encierra en su habitación para leer un libro tras otro.
Alguna noche, suelo ubicar mis horas en la serenidad del barrio de
Almagro: empresa que tiene su poco de catástrofe en cada punta, pues
para ir y volver es obligatorio descender a la tierra como los muertos e
incluirse en una hilera de ajetreos que hay entre la plaza de Mayo y la
estación Loria, y resurgir con una sensación de milagro incómodo y de
personalidad barajada, al mundo en que hay cielo. Claro está que esas
plutónicas y agachadas andanzas tienen su compensación: tal vez la más
segura es poder considerar ese grande y bien iluminado plano de Buenos
Aires que ilustra las paredes enterradas de los andenes. ¡Qué maravilla
definida y prolija es un plano de Buenos Aires! Los barrios ya pesados
de recuerdos, los que tienen cargado el nombre: la Recoleta, el Once,
Palermo, Villa Alvear, Villa Urquiza; los barrios allegados por una
amistad o una caminata: Saavedra, Núñez, los Patricios, el Sur; los
barrios en que no estuve nunca y que la fantasía puede rellenar de
torres de colores, de novias, de compadritos que caminan bailando, de
puestas de sol que nunca se apagan, de ángeles: Pueblo Piñeiro, San
Cristóbal, Villa Domínico.