En la obra de Thomas Mann, los cuentos están en pie de igualdad con las grandes novelas. En este primer volumen, que abarca desde sus comienzos en 1893 hasta su madurez en 1912, aparecen algunas de las obras maestras del género, como «Tonio Kröger», «Tristán» y «Sangre de Welsungos», en los que destacan ya las reflexiones de Mann sobre el proceso creativo y sus indagaciones en los deseos reprimidos de la burguesía. No faltan las estampas sobre el ambiente literario de fin de siglo, las exploraciones de figuras históricas, los estudios clínicos de personajes ni las aproximaciones a temas simbólicos de la gran tradición germánica.
En este segundo volumen de relatos se recoge la narrativa breve de Thomas Mann escrita entre 1919 y 1953, un periodo clave de su vida, cuando se afianzan sus posiciones socialdemócratas y sus convicciones humanistas. De los textos incluidos, quizá el más famoso sea "Mario y el mago", que retrata a un siniestro hipnotizador italiano en el que se ha visto un trasunto de Mussolini y una denuncia de los totalitarismos incipientes en los años veinte. Aparecen a su lado obras muy conocidas como "Señor y perro" y "La engañada", pero tambien rarezas como "Cantar de la niñita", un cuento escrito en hexámetros nunca antes traducido al español.
«Esta es una antología de media docena de autores muy distintos que tienen un solo nombre de marca: Fogwill. Y que permite la entrada por cualquier extensión, por cualquier tono, por cualquier estructura, escondiendo bajo su eficiente capacidad de entretener, de fascinar, e incluso de asustar, que contiene seis o siete de los mejores cuentos de la literatura argentina.»
Elvio E. Gandolfo
Bienvenidos a Knockemstiff, Ohio, una hondonada en medio de ninguna parte a la que a duras penas se puede otorgar la categoría de pueblo. Un lugar del que parece imposible huir y en el que la fatalidad, la desidia y la incapacidad de reescribir el propio destino es como si se transmitieran de padres a hijos. Una especie de agujero negro -y real, aunque hoy día el pueblo está prácticamente despoblado- en el que nunca ocurre nada y en el que, sin embargo, ocurre todo. Pero, por encima de cualquier otra cosa, Knockemstiff es -compartiendo cartel con la galería de personajes más descorazonadora que uno pueda imaginar- el protagonista omnipresente de esta colección de relatos plagados tanto de desazón como de un oscuro sentido del humor.
La publicación de Para acabar con Eddy Bellegueule proyectó a Édouard Louis como uno de los escritores jóvenes más destacados en el panorama de las letras francesas. La novela, de tintes marcadamente autobiográficos, se convirtió de un día para otro en un auténtico fenómeno de ventas y crítica, que se extendió a países tan dispares como Albania, Dinamarca o Estados Unidos. Dos años después, Louis vuelve con una historia sobrecogedora. La madrugada de un veinticinco de diciembre, cuando regresaba a casa tras cenar con sus amigos más íntimos, Édouard se encontró casualmente con un desconocido y lo invitó a su apartamento. Unas horas más tarde, en un acto de una brutalidad inusitada, el hombre lo violó e intentó estrangularlo.
Basándose en esta experiencia traumática, el autor ha realizado un audaz ejercicio de catarsis literaria no sólo para analizar y comprender los impulsos más viles y ultrajantes de los que es capaz el ser humano, sino también para explorar las múltiples facetas de la violencia. En un alarde de sinceridad extrema, Édouard Louis franquea la barrera del pudor y consigue algo que está al alcance de muy pocos creadores: hacernos sentir y pensar a la vez. Sin ningún tipo de restricción, su testimonio es profundamente emotivo e inteligente, por lo que merece figurar entre las obras más representativas de nuestro tiempo.
Regresa el maestro moderno del noir, en su más descarnada esencia, con una novela basada en el personaje real Freddy Otash, malévolo monarca de la clandestinidad en el Los Ángeles de los años cincuenta.
Freddy Otash es un expolicía en horas bajas. Liquidó a un asesino de polis a sangre fría, así que el jefe William H. Parker lo despachó. Ahora es un detective privado con mala reputación, un artista de la extorsión y sobre todo el matón jefe de Confidential, la revista sensacionalista que esparce cotilleos sobre las flaquezas de misántropas estrellas de cine y difunde trapos sucios de políticos papanatas y gente de la alta sociedad con inclinación por el sexo sucio. Jack Kennedy, James Dean, Montgomery Clift, Burt Lancaster, Liz Taylor, Rock Hudson... Freddy el Frenético los ha puesto en evidencia a todos. Era el Cacique del Cotilleo que tomó a Hollywood como rehén, y ahora, desde el purgatorio, ha venido a confesarlo todo.
Narrado con la voz brutalmente divertida de Freddy, Pánico es una virulenta revelación, sin ambages, de la corrupción y la paranoia, del pecado y la redención.