Escritos entre 1873 y 1875 -en especial durante las dos estancias de Arthur Rimbaud en Londres, primero con Paul Verlaine y un año después con el joven poeta German Nouveau-, los poemas en prosa de Iluminaciones son el corolario de una obra que sigue deslumbrando e interpelando a los lectores por su onirismo, su radicalidad profética y su gusto precoz por el desmarque la ironía disolvente. Rimbaud entregó el manuscrito de estas 'illuminations' (la palabra inglesa para 'grabados coloreados') a Verlaine en febrero de 1875, durante uno de sus últimos encuentros, pero el libro no vio la luz hasta octubre de 1886 en las publicaciones de la revista La Vogue. El poeta, establecido a comienzos de esa década en Harar (Etiopía) como comerciante de café y armas de segunda mano y alejado completamente de su pasado literario por voluntad propia, no llegó a enterarse de esta publicación ni del impacto que tuvo en la poesía francesa de su tiempo.
El texto que JRJ tituló Diario íntimo, a imitación de Amiel, es el único diario «al uso» que escribió, aunque más tarde el epígrafe «diario» aparezca con frecuencia en su obra para referir textos líricos en prosa y verso publicados según su cronología de redacción. En sus páginas se recogen las vivencias y reflexiones del poeta en Madrid entre el 28 de octubre y el 27 de noviembre de 1903. Es este uno de los más importantes años de su juventud: funda la revista Helios, publica Arias tristes y se convierte en el más reconocido de los modernistas españoles. Tras abandonar el Sanatorio del Rosario, donde convalecía de una pertinaz neurastenia, convivirá con el psiquiatra Luis Simarro y su discípulo Nicolás Achúcarro en la casa particular del primero. Mientras escribe este diario se mueve en los ambientes de la Institución Libre de Enseñanza, prepara los números 8 y 9 de Helios y visita a artistas, escritores e intelectuales de la época. Mantiene correspondencia regular con Rubén Darío; retrata la atmósfera que se respiraba en casa de los Martínez Sierra, por entonces sus más cercanos amigos; alude con frecuencia a sus amoríos de juventud, entre ellos los tan polémicos mantenidos con algunas de las monjas del Sanatorio del Rosario, y anota personalísimas reflexiones sobre su estado anímico o la llamada «vida literaria» de la capital. Al cuidado de Soledad González Ródenas, la presente edición incorpora notas e ilustraciones, ofrece en apéndice una selección de textos relacionados con el Diario y reproduce los facsímiles de las 61 páginas manuscritas del original.
Edición de Antonio Sánchez Jiménez y Fernando Rodríguez-Gallego
El volumen 49 de la BCRAE presenta la apuesta poética más importante del Lope de plenitud, el de los cuarenta años: las Rimas (1604), un cancionero petrarquista adaptado a sus propios gustos, usos y necesidades, con el que quiere presentarse como el primer poeta lírico del país, legítimo sucesor de Garcilaso.
La colección exhibe un magistral dominio del verso y de los distintos subgéneros de la lírica culta, del soneto a la égloga, de la silva a la elegía, pasando por la epístola o el epitafio, siempre con un trasfondo de verdad vivida, que sitúa a la voz autorial en el centro de la empresa poética.
La edición que presentamos respeta la integridad del cancionero y lo edita a partir de la impresión de 1604, en la que las Rimas adoptaron su forma definitiva. Como apéndice se incluye el célebre Arte nuevo de hacer comedias en este tiempo, añadido en la edición de 1609 de las Rimas a continuación de estas.
La narrativa breve de Zweig es un símbolo de la literatura y la cultura europea del siglo XX. Persiguiendo un anhelo de profundizar en lo oscuro, lo pasional, lo heroico o lo trágico, Zweig contruye bajo el influjo del psicoanálisis una red de personajes que conviven con un conflicto consigo mismos y con los demás y, por lo tanto, con las raices, las encrucijadas y la destrucción a la que se abocó la Eruopa de la primera mitad del siglo XX. Joyas como “Novela de ajedrez”, “Mendel el de los libros” o “Sueños olvidados” son solo la punta de una catedral literaria indispensable en Europa y que forma una mirada desgarradora poblada de relatos únicos.
La primera autoridad del mundo en materia artúrica reimagina la historia del rey Arturo y sus caballeros, una de las leyendas más queridas e influyentes, para un nuevo siglo en esta bella edición para coleccionistas, acompañada de magníficas ilustraciones a todo color y dibujos de la mano de John Howe, el mundialmente aclamado artista de Tolkien.
Las historias del rey Arturo y Merlín, Lancelot y Ginebra, Galahad, Gawain, Tristán y el resto de los caballeros de la Mesa Redonda, así como de la búsqueda del Santo Grial, no han dejado de apreciarse a lo largo de los siglos y son la inspiración de muchas novelas de fantasía modernas, películas y series. Estas leyendas comenzaron cuando un misterioso héroe celta llamado Arturo entró en el escenario de la historia en algún momento del siglo VI, lo que generó una gran cantidad de relatos orales que unos 900 años más tarde Thomas Malory recogería en su obra clásica Le Morte d’Arthur (La muerte de Arturo).
Miguel de Unamuno (1864-1936) dejó plasmada en sus cuentos toda la heterodoxia, toda la libertad creativa y toda la coherencia de pensamiento por las que se le reconoce como uno de los autores fundamentales de la literatura española. Desde una posición estratégica a caballo entre los siglos xix y xx, Unamuno utilizó sus cuentos, entre otras cosas, como excelente material donde desarrollar sus ideas y abordar las obsesiones que continuarían en el resto de su producción literaria. En este volumen anotado y editado por el especialista J. Óscar Carrascosa Tinoco se recogen, hasta reunir el corpus cuentístico del autor vasco, todos los relatos publicados por Unamuno tanto en libros como en las diversas cabeceras periódicas en las que colaboró, así como aquellos que permanecían inéditos. Desde el inaugural «Ver con los ojos», de 1886, hasta «Una tragedia», de 1923, contando con un buen número de cuentos sin fechar, el lector encontrará en esta rigurosa edición casi un centenar de relatos con los que comprobar, o recordar, la altura creativa de Unamuno.
PREMIO NOBEL DE LITERATURA EDICIÓN CONMEMORATIVA 20 AÑOS DE KAILAS EDITORIAL
«Uno de los premios Nobel mejor concedidos y merecidos», J. M. Guelbenzu, El País
Slave, revolutionary, traitor, king, and suicide, Henry Christophe was, in his time, popular and famous the world over. Born in 1767 to an enslaved mother on the Caribbean island of Grenada, Christophe first fought to overthrow the British in North America, before helping his fellow enslaved Africans in Saint-Domingue, as Haiti was then called, to gain their freedom from France. Yet in an incredible twist of fate, Christophe ended up fighting with Napoleon’s forces against the very enslaved men and women he had once fought alongside. Later, reuniting with those he had betrayed, he offered to lead them and made himself their king. But it all came to a sudden and tragic end when Christophe—after nine years of his rule as King Henry I—shot himself in the heart, some say with a silver bullet.
Why did Christophe turn his back on Toussaint Louverture and the very revolution with which his name is so indelibly associated? How did it come to pass that Christophe found himself accused of participating in the plot to assassinate Haiti’s first ruler, Dessalines? What caused Haiti to eventually split into two countries, one ruled by Christophe in the north, who made himself king, the other led by President Pétion in the south?
The First and Last King of Haiti is a riveting story of not only geopolitical clashes on a grand scale but also of friendship and loyalty, treachery and betrayal, heroism and strife in an era of revolutionary upheaval.
Cinco años antes de morir, cuando la vejez le obligó a hacerse sedentario, Sir Richard Burton publicó en 1895 su traducción de una obra que le había apasionado desde niño, "Las mil noches y una noche". Le salieron diecisiete volúmenes fieles al original árabe, repletos de fuerza y erotismo que se negó a censurar. No resultó una tarea difícil para alguien que había recorrido medio mundo, descubierto el lago Tanganica, escrito un detallado tratado sobre pederastia y acumulado apuntes sobre el tamaño de los genitales masculinos de distintos pueblos. Jorge Luis Borges, a quien entusiasmaba la versión de Burton, escribió que "los árabes afirman que la empresa de leer este libro entero llevaría a la muerte". Para evitar ese riesgo, Diego Garrido ha seleccionado y traducido algunas de sus mejores páginas, que su hermano Arturo se ha encargado de ilustrar. Son relatos que rebosan crueldad y sensualidad con la inocencia de las formas inconclusas de un espejo.