Aurora es una joven campesina de veintidós años. Tras una gran tormenta que arrasa su casa, su familia y ella deben buscar un nuevo futuro. Ella es contratada para trabajar en otro país, pero es engañosamente vendida por su amiga a una red de trata de blancas, cuyo objetivo es explotarla sexualmente. Esta organización busca chicas exóticas, en su mayoría latinoamericanas, para venderlas en los burdeles por distintas ciudades en Alemania. Ven a conocer la impactante y gran historia biográfica de Aurora.
El bolero latinoamericano se inicia en los años 80 del siglo XIX y la aparición
de nuevos boleros perdura hasta nuestros días. Su período de oro transcurre en las décadas de los años 40, 50 y 60 del siglo XX. Es a partir de la década del 70 que la producción del bolero le cede su lugar a la balada, siempre guardando el aire romántico del primero.
Los países en los cuales tuvo mayor presencia, por tener el mayor número de compositores y de intérpretes, al mismo tiempo, fueron Cuba, México, Puerto Rico y República Dominicana. Y es de esos países de los cuales se exponen las minibiografías de sus creadores, en particular de los autores de la música, 310 en total. La gran mayoría de quienes lo crearon fueron autores de la música y la letra.
El lugar estaba erizado de palos que indicaban direcciones. El caminante arrastró sus pies hasta ellos y se detuvo.Varios caminos se abrían ante él. Un andrajo de manto cubría su desnudez, pero tenía el cuerpo negro, achicharrado. El aliento del desierto le retumbaba en los oídos como un tambor de sacrificios. Dio dos vueltas sobre sí mismo intentando orientarse. «Los hombres siempre queremos confundirnos unos a otros», pensó. Avanzó unos pasos sobre la superficie calcinante y compuso con sus manos uno de los horcones con las flechas.
Leyó: A NINGUNA PARTE, escrito en caracteres grandes y perfectos. «A ninguna parte —murmuró—, a ninguna parte».
Un buen número de plumas femeninas que han trabajado sobre el tema se encuentra ya citado por Rosa Silverio, aquí y en los libros anteriores. El ángel de la casa se coloca en esta línea, proponiendo una secuencia magistral de imágenes perturbadoras y originales en las que se concreta el sufrimiento de un sujeto poético mujer que ha perdido el amor que en otras obras de Rosa Silverio la salvaba de la locura.
Este pequeño volumen cumple su objetivo: Abraza el orden de su propio universo y mientras lo leemos, nos invita a ser parte de el. Pese a que abarca diferentes tiempos y recoge diferentes moods del autor; tiene en sus poemas recurrentes similitudes: la soledad, la triste noche con su plateada luna, el sencillo mar y un miedo sutil a claudicar. En el mundo de estos poemas es un sacrilegio sacrificar la libertad por el caótico atrevimiento de la pasión. En este mundo se reconoce la genialidad de saberse compartir. Hay en esta obra, pequeños poemas que antes de leerlos te sonríen, e inevitablemente le sonríes.
Se escucha el murmullo en el viejo y casi abandonado edificio...los pasos inseguros de la anciana...Una y otra vez aquel recuerdo. Todo por entrar en contacto con lo desconocido. El aire se va sintiendo leve, estrecho, ominoso. Parece que los datos se han ido perdiendo cada vez que ella aparece y cambia las claves de las imágenes cotidianas . Avanza y observa a cada paso los detalles. Rememora lo siniestro de aquel día; el hecho tormentoso.
El Abrazo de la Eternidad: Danza con la Singularidad es mucho más que una novela. Es una puerta abierta hacia los misterios más profundos del cosmos y del alma, una travesía épica que desafía las fronteras de lo conocido.
Rael y Liana, dos jóvenes marcados por una curiosidad insaciable, emprenden un viaje que transformará no solo sus vidas, sino la percepción misma de la existencia. Rael, con su inquietud por el sentido último de la vida y el propósito de todo lo que nos rodea, busca respuestas en los rincones más oscuros de su mente y del universo. Liana, fascinada por la estructura misma del cosmos, encuentra en las estrellas las claves para descifrar la delicada interconexión entre ciencia, espiritualidad y destino.
En este libro el doctor Negro Veras presenta una compilación de muchos de sus escritos generados tras los múltiples inconvenientes que enfrentó en las ocasiones que quiso salir del país, sobre todo en la época de los 12 años del doctor Joaquín Balaguer, y que se extendieron, aunque no tanto, a los gobiernos de Antonio Guzmán y Salvador Jorge Blanco.
Todas estas situaciones se vieron matizadas por las dificultades para obtener la visa y que se recrudecieron al vivir situaciones familiares que lo obligaban a salir del país.
Estas primeras narraciones las refuerza con una serie de artículos y cartas que conforman la segunda parte de su libro, dedicada al ejercicio de la libertad de expresión; documentos en los que hizo gala de su elocuencia, sinceridad y apertura para decir las cosas que entendía necesarias en aquellos aciagos momentos de la vida nacional.