La teoría filosófica que ha inspirado a filántropos como Bill Gates o Elon Musk
Dejar un futuro próspero a las generaciones venideras es una obligación moral
La historia escrita de la humanidad apenas abarca cinco mil años. Podría decirse que nuestra andadura sobre la Tierra no ha hecho más que empezar: el futuro de nuestra especie podría durar millones de años o podría terminar mañana. Todo depende de lo que decidamos hoy.
En Lo que le debemos al futuro, el autor desarrolla su teoría del largoplacismo, que ha sido elogiada por pensadores de la talla de Peter Singer o Steven Pinker, y que ha inspirado a filántropos como Bill Gates o Elon Musk.
MacAskill defiende que también debemos tener en cuenta a las personas que aún no existen y demuestra que influir positivamente en el futuro de la humanidad es la mayor prioridad moral de nuestro tiempo.
El autor se ocupa en estas páginas de los riesgos que nos amenazan. No podemos predecir lo que está por llegar, pero sí anticipar que asuntos como la inteligencia artificial, la cronificación de las pandemias, la guerra nuclear, el renacimiento del totalitarismo o el cambio climático extremo serán peligros existenciales que debemos mitigar cuanto antes.
Cualquier plan de inversión es, en el mejor de los casos, una suposición sobre lo que puede ocurrir en el futuro a partir de la observación sistemática del pasado. Sin embargo, hacer predicciones es difícil, por no decir imposible. Como los hechos se empecinan en demostrar, los cambios son siempre imprevisibles.
Morgan Housel nos invita a cambiar de mentalidad y a preguntarnos: ¿qué seguirá igual dentro de diez años? ¿Y dentro de cien? Con ese propósito comparte las veintitrés verdades atemporales que ha logrado identificar gracias a las grandes lecciones que nos han legado la Historia y sus protagonistas. Desde la invención de las primeras armas nucleares hasta la creación de Amazon, desde T. E. Lawrence hasta Jack Welch, cada capítulo nos enseña uno de esos principios fundamentales que conviene tener en cuenta para separar la señal del ruido, aprovechar las oportunidades y navegar por la incertidumbre del futuro con el fin de alcanzar el éxito personal y la seguridad económica.
Vivimos obsesionados por anticiparnos, prever y entender los grandes cambios que el futuro nos depara. ¿Y si el secreto está en detectar lo que siempre sigue igual? Cualquier plan de inversión es, en el mejor de los casos, una suposición sobre lo que puede ocurrir en el futuro a partir de la observación sistemática del pasado. Sin embargo, hacer predicciones es difícil, por no decir imposible. Como los hechos se empecinan en demostrar, los cambios son siempre imprevisibles.
Morgan Housel nos invita a cambiar de mentalidad y a preguntarnos: ¿qué seguirá igual dentro de diez años? ¿Y dentro de cien? Con ese propósito comparte las veintitrés verdades atemporales que ha logrado identificar gracias a las grandes lecciones que nos han legado la Historia y sus protagonistas. Desde la invención de las primeras armas nucleares hasta la creación de Amazon, desde T. E. Lawrence hasta Jack Welch, cada capítulo nos enseña uno de esos principios fundamentales que conviene tener en cuenta para separar la señal del ruido, aprovechar las oportunidades y navegar por la incertidumbre del futuro con el fin de alcanzar el éxito personal y la seguridad económica.
Qué consecución: ciencia; la belleza de la ciencia; la belleza de la ciencia expresada maravillosamente. Incluso un pobre ignorante como yo puede participar de la emoción de los hitos en la exploración del universo que Lawrence Krauss describe con tan fascinante claridad y generosa autoridad. Un libro que es un despertar de nuestra capacidad para maravillarnos».STEPHEN FRY«Un viaje fascinante, con un guía experto y minucioso, a través de los dominios de lo que conocemos razonablemente bien, de aquello que al menos podemos pensar seriamente y de esas tentadoras áreas que permanecen más allá de nuestro alcance».NOAM CHOMSKY«Lawrence Krauss es un científico brillante muy abierto de miras. Es además un escritor excelente, capaz de exponer misterios insondables en un lenguaje siempre cristalino y a menudo de forma muy amena.
Los gobiernos y los filántropos deberían dar prioridad a aquellos objetivos que funcionan, que son baratos y que permiten resultados notables
Si quieres saber cómo mejorar el mundo, lee este libro.
Los líderes mundiales se han dedicado a hacer grandes promesas. La ONU, con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, se ha comprometido a erradicar la pobreza, el hambre y las enfermedades, a detener la guerra y el cambio climático, a acabar con la corrupción, a arreglar la educación y a un sinfín de metas más. Pero deben cumplirse en 2030 y de momento están fracasando.