Los cinco títulos hasta ahora publicados de «Canción de hielo y fuego», Juego de tronos, Choque de reyes, Tormenta de espadas, Festín de cuervos y Danza de dragones, llegan a las librerías en una nueva edición que conquistará tanto a los fans de esta saga épica como a aquellos que esperan la oportunidad perfecta para adentrarse en sus páginas por primera vez.
«Larga vida a George Martin... Sacerdote literario, sabedor de su don para el personaje complejo, el lenguaje vívido y la visión salvaje de los mejores narradores.»
The New York Times
La Guerra de la Lanza casi ha llegado a su fin. El hechicero Raistlin Majere se ha convertido en un Túnica Negra y utiliza el Orbe de los Dragones para viajar a Neraka, la ciudad de la Reina Oscura. Parece que Raistlin quiere ponerse al servicio de la diosa, pero en realidad persigue sus propias ambiciones.
Mientras tanto, Takhisis planea acabar con los dioses de la magia en la Noche del Ojo, cuando todos los hechiceros se reúnen en la torre de Wayreth. Raistlin tiene que encontrar la forma de frustrar sus planes, aunque eso signifique enfrentarse a su propia hermana, la señora del Dragón Kitiara, y a su temible aliado, el Caballero de la Muerte lord Soth. Por no mencionar a su peor enemigo, el archimago Fistandantilus.
El futuro de Krynn está escrito. Todos creen saber cómo termina la historia. Pero una noche y una fatídica decisión de Raistlin Majere pueden cambiarlo todo.
«El hombre de negro huía a través del desierto, y el pistolero iba en pos de él.»
Con estas palabras, millones de lectores entraron en el Mundo Medio y conocieron a Roland Deschain, uno de los héroes más enigmáticos del maestro del terror. Ahora sabremos cómo ganó sus armas y cómo tuvo que abandonar Gilead para afrontar su primera misión: John Farson, el opositor al orden reinante, pretende remover entre los escombros del Pueblo Antiguo para atizar un fuego devastador contra la Afiliación.
A fin de evitarlo, secundado por el ka-tet primigenio -Cuthbert y Alain, y Susan, el amor de su vida-, el Pistolero deberá esquivar la ponzoña y los envites de enemigos que ya se han vuelto legendarios: Marten Broadcloak, Eldred Jones, los Cazadores del Gran Ataúd, el ejército de Farson y... arropado en las tinieblas, el Rey Carmesí.
Tracy Flick es la esforzada subdirectora de un instituto público en una tranquila y pequeña ciudad de Nueva Jersey. A sus cuarenta años, lleva una vida apacible y, aunque su ambición es menor que en su juventud, cuando surge la oportunidad de convertirse en la próxima directora del centro, Tracy lo tiene claro: ha llegado el momento de demostrar lo que vale. Pero las cosas se complican al entrar a formar parte del comité de selección para el recién estrenado Salón de la Fama del instituto. El empeño de sus compañeros en homenajear a Vito Falcone, un mediocre quarterback de dudosa reputación, la sitúa en una posición comprometida.
Sobre un fondo de boleros, el protagonista de esta novela atraviesa la adolescencia con la frente cuajada de acné. Cada uno de aquellos granos era un pecado mortal, según le decía el confesor. El sentido de la culpa no podía desligarlo del pacer y éste era la hierba quemada del verano, el sonido de la resaca en la playa bajo el cañizo ofuscado por la luz del arenal.
Sobre un fondo de crímenes famosos en aquella Valencia todavía huérfana de los años cincuenta se desarrolla la conciencia del protagonista. El crimen de la envenenadora, el garrote vil a aquel esquizofrénico que asesinó y cubrió de flores a la niña antes de depositarla en una acequia, la aparición de las piernas depiladas de un hombre con las uñas pintadas dentro de un saco: a través de esta geografía de la memoria un tranvía con jardinera cruzaba la ciudad y se dirigía a la playa de la Malvarrosa. En ese espacio olvidó el protagonista la neurosis del padre, la tortura de una educación religiosa, la sordidez de aquel tiempo. Desde el fondo de la adolescencia llegó a Valencia un día en que todos los escaparates de las pastelerías exhibían la imagen del general Franco confeccionada a base de frutas confitadas.
Mientras de niña Nora Davis dedicaba las tardes a hacer los deberes en su habitación, no tenía ni idea de que su padre estaba asesinando mujeres en el sótano.
Hasta el día en que la policía llamó a la puerta.
Décadas más tarde, el padre de Nora pasa su vida entre rejas y ella es una cirujana de éxito con una existencia tranquila y solitaria. Nadie sabe que su padre es un famoso asesino en serie. Y ella está dispuesta a todo para que siga siendo así.
Entonces Nora descubre que una de sus jóvenes pacientes ha sido asesinada. De la misma horrible y peculiar manera en la que su padre mataba a sus víctimas.
Una poderosa historia de valentía, ambición y amor, que nos transporta de la difícil época de la Segunda Guerra Mundial al lujo del Upper East Side de Manhattan en los años posteriores.
Abril de 1945. Tras la liberación del campo de concentración de Buchenwald, entre los supervivientes están Jakob y Emmanuelle, una pareja de jóvenes. Lo han perdido todo en los horrores de la guerra, pero cuando se conocen encuentran la esperanza y el consuelo mutuos que necesitaban. Deciden casarse y empezar una vida nueva en Nueva York, donde construyen una vida próspera y una familia feliz. Sin embargo, el pasado siempre proyecta su sombra en el presente.
Años más tarde, en pleno auge de los sesenta, su hijo Max, un ambicioso y espabilado hombre de negocios, está decidido a librarse de la tristeza que siempre ha pesado en su familia. Pero a medida que Max vaya madurando, aprenderá que las penurias que marcaron el pasado familiar son las que le ayudarán a forjar su futuro.
Inmersos en el clima asfixiante de un cerrado valle, un médico y su hijo visitan a sus habitantes descubriendo sus enfermedades, no sólo físicas, sino también morales y sociales, así como su profunda incomunicación. El perturbador periplo culmina en el frío castillo de Hochgobertnitz, donde el príncipe Saurau, un noble decadente y patético pero inequívocamente genial, se halla tan próximo a la sabiduría total como a la locura definitiva. Hasta llegar a él, figura culminante de la novela, Bernhard nos presenta un mundo novelesco que es también la metáfora de «una población básicamente enferma, propensa a la violencia y al desvarío».
Un padre y su hijo se ven por primera vez después de muchos años. El padre tiene algo que contarle antes de que sea demasiado tarde: la historia de una niña que yace en la cama de un hospital a pocos kilómetros de distancia. La pequeña es valiente y lo bastante inteligente como para saber que no vencerá al cáncer.
Ahora, en una fría noche de invierno, el padre tiene la inesperada oportunidad de hacer algo extraordinario que podría cambiar el destino de una niña a la que apenas conoce. Pero antes de poder hacer el trato de su vida, debe averiguar cuánto ha valido realmente la suya, y sólo su hijo puede darle esa respuesta.