«La historia se ha acelerado a un ritmo vertiginoso, que amenaza el futuro de la raza humana», nos dice Eric Hobsbawm, que no sólo es el historiador más leído en el mundo, sino uno de los pensadores más influyentes de la izquierda. Hobsbawm nos habla en estas páginas de los grandes problemas a que nos enfrentamos: la guerra, la paz y las posibilidades de un orden mundial, del proyecto imperial de los Estados Unidos y de cómo «un grupo de políticos locos pretenden implantar su propia versión de la supremacía mundial», de los efectos de una globalización que acentúa las disparidades en el mundo, de la crisis del estado-nación, de las inmigraciones, el racismo y la xenofobia, de los peligros que nacen del miedo irracional al terror político o de las dificultades de mantener el orden público en un mundo violento en que circulan 125 millones de rifles de asalto. Problemas analizados por desde una perspectiva a la vez crítica y esperanzada, que contrasta con la mediocridad del pensamiento único que nos invade.
Sonó el teléfono y supo que la iban a matar. Lo supo con tanta certeza que se quedó inmóvil, la cuchilla en alto, el cabello pegado a la cara entre el vapor del agua caliente que goteaba en los azulejos. Bip-bip. Se quedó muy quieta, conteniendo el aliento como si la inmovilidad o el silencio pudieran cambiar el curso de lo que ya había ocurrido. Bip-bip. Estaba en la bañera, depilándose la pierna derecha, el agua jabonosa por la cintura, y su piel desnuda se erizó igual que si acabara de reventar el grifo del agua fría. Bip-bip. En el estéreo del dormitorio, los Tigres del Norte cantaban historias de Camelia la Tejana. La traición y el contrabando, decían, son cosas compartidas.
La confusión se ha disipado y ya no hay nada que perturbe la relación entre Patch y Nora. Han superado los secretos que se escondían en el oscuro pasado de Patch..., han atravesado mundos irreconciliables..., se han enfrentado a pruebas sobrecogedoras de traición, lealtad y confianza..., y todo ello por un amor que trasciende los límites entre el cielo y la tierra. Armados con la fe absoluta que tienen el uno en el otro, Patchy Nora se enfrentan ahora a un villano que pretende acabar con cuanto han luchado por conseguir de una vez y para siempre, incluido su amor.
¿Cómo podemos protegernos de las guerras nucleares, los cataclismos ecológicos o las tecnologías disruptivas? ¿Qué podemos hacer contra la propagación de la posverdad o la amenaza del terrorismo? ¿Qué debemos enseñar a nuestros hijos?
Con la misma prosa inteligente, fresca y provocadora, Harari vuelve a librerías con un nuevo título, 21 lecciones para el siglo XXI, en el que examina algunas de las cuestiones más urgentes de nuestro presente. El hilo dorado que recorre este estimulante nuevo libro es el desafío de mantener nuestro enfoque colectivo e individual frente al constante y desorientador cambio que estamos viviendo.
¿Somos aún capaces de entender el mundo que hemos creado?
Nora y Patch pensaban que sus problemas habían acabado. Con Hank fuera de juego, por fin tendrían un descanso. Pero ahora, sin Hank, Nora se ha convertido de manera involuntaria en la líder de los Nefilim y tiene que acabar lo que él comenzó, lo que significa que deberá destruir a los ángeles caídos, y con ellos a Patch. Nora, que nunca permitirá que eso ocurra, elabora un plan con Patch: harán creer a todos que han roto, convencerán a los Nefilim de que están cometiendo un error, y evitarán así la guerra.
Pero en ocasiones los planes mejor concebidos se van al traste. Al conocer de cerca los detalles de su nuevo papel, Nora se siente irremediablemente seducida por el poder que le confiere. Comienza la batalla. Noray Patch tendrán que confrontar las diferencias que siempre han existido entre ellos. ¿Permitirán que destruyan el amor por el que tanto han luchado?
El carcelero tiene su carcelero y éste al suyo y así al infinito. Tú y yo somos los eslabones finales de una larga cadena de sumisiones. Así está ordenado el mundo, mi joven amigo.¿Hay otra salida?. Eso dice el protagonista de uno de los nueve cuentos que integran esta obra, por donde Carolina Grau transitará como presencia sutil, como persona, como fantasma y como enigma, trazando siempre un fino halo de misterio. Los lectores se preguntarán si lo que leen son hechos de la imaginación, fragmentos de sueños o terribles realidades que permanecieron ocultas. La distancia y la cortesía permiten que el horror subyacente se manifieste de una manera más fría y poderosa, no como sueño de la razón sino como vigilia de la semi razón. La realidad también son las palabras, aunque a veces sirven de aplazamiento entre un horror y el siguiente.