Parece haber un consenso general sobre el difícil momento en el que se encuentran las democracias actuales. La palabra crisis reaparece con fuerza en sus distintas formas de crisis climática, bélica, pandémica, o energética. Además de las dificultades para gestionar estas crisis desde la política pública, existe un problema fundamental y persistente que tiene que ver con la expresión y organización política de los ciudadanos. Desde la academia y los medios de comunicación se habla del problema del populismo, la amenaza de la extrema derecha, y la polarización como los desafíos fundamentales para el funcionamiento democrático. Este libro presenta un enfoque alternativo a lo que denomina "la narrativa de la polarización" y plantea que la idea de polarización no nos permite comprender de modo certero los límites y problemas de las democracias contemporáneas. Frente a la narrativa de la polarización, se propone el estudio de la "paralización" de la ciudadanía con el objetivo de identificar los retos que las democracias actuales enfrentan. A partir de esta idea, se analizan los límites de la democracia en dos dimensiones principales: por un lado, en las formas de representación política que se han consolidado históricamente y por otro, en las comunidades de sentido en las que nos integramos como ciudadanos-votantes en la esfera pública.
Un compendio fascinante de mitos, leyendas y realidades históricas
¿Existió la ciudad de la Atlántida? ¿Pronunció Julio César las famosas palabras «¿Tú también, hijo?», antes de morir? A veces, la narración patrimonial y literaria difiere de los hechos. Así, este libro, escrito con afán divulgativo, pretende transitar por la delgada línea roja que separa los relatos de tintes legendarios y folclóricos, y el mundo real. David Hernández de la Fuente, respetado clasicista, nos ofrece un mosaico de anécdotas y momentos controvertidos de la Antigüedad, destacando curiosidades sobre ciudades míticas, sucesos y personajes clave de la historia.
Tolstói se pasó la vida llorando: por su perro, por un poema o por su infancia perdida. Este es un libro juguetón, emocionante, puro deleite literario, puro fenómeno fan.
De pequeño, el célebre escritor ruso Lev Tolstói tenía «una facilidad indecente para el llanto». Pero, mientras que sus contemporáneos aprendieron a contener las lágrimas al hacerse mayores, Tolstói nunca dejó de llorar. Lloraba de dolor, de emoción, de alegría, de impotencia… Este libro es un homenaje al Tolstói que siempre optó por vivir lo mejor y lo peor de este mundo con esa intensidad que induce al llanto. Las lágrimas de Tolstói nos abren una ventana por la que comprender a uno de los mayores artistas del siglo XIX, y hacen que nos preguntemos: ¿a qué viene este empeño nuestro por dejar de llorar? En este collage de momentos reales y ficticios, perfilado con deliciosas ilustraciones, Katia Gushina nos invita a asomarnos al alma más o menos secreta de un gigante de la literatura.