Ninguna teoría acerca del funcionamiento
y estructura de la mente ha ejercido
tanta influencia ni ha adquirido
un estatus tan preponderante como
la doctrina psicoanalítica, cuyas
categorías y explicaciones no tardaron
en convertirse en núcleo de un modo
radicalmente nuevo de entender
la realidad psíquica que ha marcado
de forma notable el siglo XX. Obra
cuya publicación produjo en su día
un auténtico escándalo social
y académico, Tres ensayos sobre teoría
sexuales una de las mejores exposiciones
de las ideas de Sigmund Freud
(1856-1939) acerca de las tradicionalmente
consideradas aberraciones sexuales
-desviaciones respecto al objeto de la libido
(inversión, pederastía, bestialismo) y a su
finalidad (transgresiones anatómicas,
fetichismo, sadismo, masoquismo)-
así como respecto a la sexualidad infantil.
Si la primera parte de este volumen ofrece distintos ejemplos prácticos de PSICOANÁLISIS APLICADO expuestos por Sigmund Freud (1856-1939), la segunda recoge once trabajos (entre los que destacan los dedicados al psicoanálisis silvestre, a la utilización de la interpretación de los sueños para el diagnóstico y a la dinámica de la transferencia entre el enfermo y el médico) que explican a especialistas y profanos las reglas básicas a las que ha de ajustarse la tarea clínica, los obstáculos que han de orillarse para lograr una adecuada eficacia terapéutica y los procedimientos que constituyen el bagaje de la TÉCNICA PSICOANALÍTICA.
Esta obra proporciona acceso directo a la comprensión de la Programación Neurolingüística (una de las formas más poderosas de aplicar la psicología disponible hoy en día), y ayuda a poner en práctica ideas y técnicas tanto en la vida personal como en la profesional.
Con "Programación Neurolingüística (PNL)" podrás ser más efectivo, conectarás con la gente con más facilidad y tendrás la oportunidad de vivir tus sueños.
La PNL (programación neurolingüística) ha demostrado que la mayoría de nuestras decisiones no son racionales, sino emocionales, y que si comprendemos el origen de nuestro comportamiento, podremos tomar mejores decisiones. Por otro lado, todos establecemos diferentes tipos de relaciones, tanto personales como profesionales, y si sabemos utilizar nuestra inteligencia emocional, podremos optimizar dichas relaciones y alcanzar más fácilmente nuestros objetivos. Este libro va dirigido a todas aquellas personas interesadas en mejorar sus habilidades sociales, ya sea a nivel personal como profesional, aportándoles una base sólida para que sean capaces de comunicarse más eficazmente y den así el primer paso hacia la satisfacción personal y la felicidad.
En esta publicación se juntan dos personas que tejen una “filosofía terapéutica” provocativa y seductora. Alfredo Canevaro, gran maestro y referente de la Terapia Familiar Sistémica, y por otra parte Esteban Laso, un joven talentoso. Ambos tienen publicaciones que definen el estilo y la propuesta de cada uno; el primero sobre terapia sistémica individual y el segundo la terapia en clave emocional. Aquí convergen en lo que denominan “Terapia Experiencial Profunda”. Esta publicación retoma de manera brillante y crítica la sabiduría sistémica, sobre todo los de los clásicos, en especial Whitaker, Bowen, Satir y Boszormenyi-Nagy; además integra magistralmente a George Kelly, aunque hay que reconocer la fuerte influencia de Laing, Greenberg, Mahoney y Erikson. Con esta sabiduría, Laso y Canevaro han construido una psicoterapia sistémica que gira en torno a una ecología de las emociones vinculantes a las necesidades básicas. El texto se compone de tres capítulos: primero la teoría, segundo los principios y destrezas del terapeuta, y tercero la práctica clínica con individuos y parejas. Como indican los autores: “Es nuestra esperanza que esta propuesta permita no sólo incorporar como miembros de pleno derecho las emociones y las necesidades al repertorio del terapeuta sino además contrapesar el individualismo, el presentismo y la obsesión por la productividad que agostan nuestras vidas sociales y cortan nuestras raíces históricas y familiares”.
Viktor E. Frankl, cuya primera crisis existencial le sobreviene a una edad tan temprana como la que tenía Mozart cuando compuso su primer minué, fue incapaz de no dejar su impronta en el siglo XX: el siglo del replanteamiento de todos los valores, de la vertiginosa aceleración de todos los procesos y de la decadencia de las costumbres sometidas a una constante manipulación cotidiana.
Con una extraordinaria capacidad de percepción, Frankl dedicó su vida exclusivamente a un pensamiento fundamental que, antes de él, parecía innecesario: que la vida tiene un sentido y que dicho sentido no es una imaginación nuestra, sino que realmente existe. Podemos, pues, aplicar a Frankl la famosa frase de Goethe: «En el principio era el sentido».